2 de agosto de 2025

20- DECLARADAS- La ministra Morant sale en defensa del comisionado del título falso: "El PSOE nunca le podrá agradecer suficiente su dedicación"

 



Algún día se estudiará en los libros de historia en qué consistió esta etapa de España que fue gobernada por un tal Sánchez, a quienes ya pocos le pondrán ya cara, como usted no se la pone, por ejemplo, a Antonio Maura, supongo. Se estudiará el modo de gobierno a que ese presidente dio lugar: el sanchismo. El sufijo -ismo da lugar a sustantivos abstractos, que dicen de doctrinas o partidos.

El sanchismo no alcanza a ser una ideología, sino más bien una técnica dentro de un modo ideológico vago, inconcreto, de gobernar. El modo es sencillamente salirnos con la nuestra, por nuestros intereses personales y como motor, en particular, con los del presidente del gobierno porque él es quien ancla a todos a un sinnúmero de sinecuras, prebendas, mamandurrias, enchufes, beneficios, etc. Por tanto, hay que generar un sistema que lo proteja por todos los flancos. Sánchez es hombre íntegro y sin tacha y así es visto por todo sanchista que se precie. El sanchismo considera que el fin justifica los medios, todos, los que sean.

¿La técnica al uso dentro de su modo ideológico? El cinismo como fundamento, la negación de la realidad como lo existente objetivo, la mentira como operativa apertura de cauces, el autobombo y la propaganda como medio de confusión (hacerse con el relato). Juegan siempre con dos bazas seguras: el votante español vota sociológicamente a un partido por una sola causa y ninguna razón ni razonamiento: “Porque le brota de dentro”, que es sinónimo de “Porque sí” o “Porque me sale”; la otra baza es la falta de memoria del español medio sobre los asuntos políticos y públicos.



Voy a poner un ejemplo. Hace unos días más de dos años que el PP ganó las elecciones. Si hubiera escrito “Hace unos días más de dos años que el PSOE ganó las elecciones”, posiblemente hubiera colado esa mentira, porque el presidente es Sánchez, porque se ha machacado el panorama con ese falso relato… No, Sánchez no ganó las elecciones, Sánchez no fue elegido “por el pueblo”.

Morant sale en defensa de un delincuente y además añade que "El PSOE nunca le podrá agradecer suficiente su dedicación"; ni a Ábalos, ni a Cerdán, ni a Koldo… ni a Puigdemont, ni a los golpistas, ni a los secesionistas… ¿Y qué más da? Ábalos dice que colaborará con la justicia, con la misma convicción y serenidad con que mintió no sé cuántas veces. Sánchez dice que no gobernaría con Bildu… y no se cantea. Mentiras, medias verdades, dichas sañudamente y con chulería y eso es lo que hay. Se gobierna a base de consignas y propaganda, se defiende desde la inmoralidad o la amoralidad cualquier situación, insisto: se miente, se genera un a modo de humo como si de un escenario teatral se tratara, no es humo, no es niebla… es la vaporización de un líquido especial, a menudo a base de glicol o glicerina que se calienta para crear un vapor denso y visible que se asemeja al humo… No es verdad lo que se dice, se intenta colar algo semejante, pero es falso y si no cuela se defiende la mentira sin inmutarse. Óscar Puente, Óscar López, María Jesús Montero, la tal Morant, Patxi López, la prensa del movimiento…

Esa es la democracia representativa de la que nos hemos dotado. Eso es lo que tenemos y quienes están al mando no quieren cambios que pongan en peligro un sistema que les beneficia.

¿Es terrible? Es posible, pero soportable. “Ya escampará”, “No hay mal que cien años dure”… ¡Qué españolazos y qué penita! Siendo muchacho nunca pensé que soportaríamos algo así…

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