26 de julio de 2024

MENOS DE 300: VIDENTE, FUTURÓLOGO Y CURANDERO ANDALUZ

 



“Me se muera papa, si es mentira”, que diría mi Lolo. Recogí uno de los dos anuncios que reproduzco del limpia del coche, aparcado en Córdoba. Los gorrillas del descampado, un gitano y un payo. El gitano cuando cogí el papel me advirtió: “A mí me da yuyu hasta tocalo”. Pues eso: a mí no.

Ojito: Uno se casa con quien quiere o con quien puede: consigo mismo, con un árbol, con un chamán, por amor, por interés, porque le da la real de la gana o como en este caso la gana real de Marta Luisa de Noruega hija de los reyes de allí y, por tanto, su real gana es la más real de todas las ganas. Su marido es un chamán reencarnado…

Si el señor Barro y el maestro Shaibu se molestan en componer este anuncio, fotocopiarlo, recortarlo, repartirlo, etc. es porque algún eco tendrá. No digo yo, ¡que no lo sé!, que tengan una bulla en la puerta del teléfono, pero seguro que alguno llama. Desde luego los dos son unos linces y no hay mal que no curen, que ya lo advierte el señor Barro que “Ayuda a resolver todo tipo de problemas con resultados increíbles en poco tiempo”; que Marañón a su lado un meritorio: este tío lo mismo se plancha un huevo que se fríe una corbata… El problema me temo yo, es que afirma que su alta experiencia está “EN TODOS LOS CAMPOS DE LA VIDENCIA AFRICANA”, pero no en la europea, donde la ilustración y la racionalidad arrastraron el descreimiento, que no favorecen ya creer en el mal de ojo y el susto… El maestro Shaibu añade: “atiendo personalmente, a distancia y también me desplazo”...

No sé qué opinará usted, pero servidor no da crédito. 









                                        








24 de julio de 2024

MENOS DE 300: La perdiz… entona su S.O.S.

 


Nada de lo humano me es ajeno. Dicho esto, si lee este artículo como hice yo,

https://www.20minutos.es/noticia/5531080/0/un-lince-liberado-2023-establece-una-nueva-ruta-por-levante-hasta-llegar-castilla-mancha/

sabrá por dónde ha divagado un lince llamado Troncho. Ciertamente la estimativa por las distintas realidades, de distintas personas, pueden tener distintas valoraciones. No es cuestión cuantitativa. Es imposible mensurar la estimativa de cada uno y sus intereses, pero si a mí esta peregrinación gatuna me interesa “tres” a usted le puede interesar “cero”: es posible y, dado el caso, respetable (ojo que no todas las opiniones son respetables: no lo sería la de quien dijera… “Pa mí, ¡como si se mueren toos!”).

Por razones que al caso no vienen he ido siguiendo la recuperación del lince desde hace décadas. No soy un experto ni un entendido…, pero conozco a quienes trabajaron en su recuperación desde el principio, cómo lo hicieron, dónde se equivocaron… y me consta que las inversiones económicas, las ilusiones, los esfuerzos profesionales, personales, etc. de muchos sectores sociales, económicos, científicos… no han sido pocos, antes al contrario, ha sido un derroche de todo ello.

El descenso brutal de la población del lince se debió en gran medida al descenso de su alimento principal: el conejo (el lince es muy selectivo con su comida). La muerte del conejo se debió a la mixomatosis, enfermedad introducida malévolamente por el hombre en la Naturaleza. La primera vez que oí de esta historia se la leí a Delibes cuando yo era un niño: Delille, se llamaba el doctor ¡condecorado en Francia! Delille casi acabó con los conejos e indirectamente, por no explayarme, con el lince.

Ahora hay una especie en apuros que me interesa muchísimo más que el lince: 10 sobre 10: la perdiz. ¿A qué estamos esperando para ayudarle?

22 de julio de 2024

El maestro Ciruela vuelve al camino…

 


Leo[1]: “Cinco tildes, examen anulado: el sofocón para los opositores a profesor de Secundaria en Córdoba”, y no puedo por menos que detenerme abochornado en la noticia que me envía un antiguo alumno, hoy profesor de Lengua.

Un aluvión de críticas de opositores cordobeses dentro del procedimiento selectivo de ingreso a los Cuerpos de Profesores de Enseñanza Secundaria (ESO) de la Junta de Andalucía ha inundado las redes sociales y muchos plantean ya acudir al Defensor del Pueblo o al Juzgado de lo Contencioso al considerar que se han vulnerado sus derechos por anularse exámenes por faltas de ortografía en Física y Química o dibujos en caso de exámenes de Tecnología y no poder conocer estos interinos ni su calificación.

Oposiciones a profesores de Secundaria a quienes sus exámenes se han anulado… por faltas ortográficas ¿¡y se quejan de qué y cómo y por qué!? Me pregunto: ¿Y no les da vergüenza?

Ignoro si tenían o no derecho a ver sus exámenes: me entraña que no lo tengan, pero no me cabe duda de que, si eran cinco el límite de faltas ortográficas de sus escritos, seguro que ellos saben si ignoran o no las pautas ortográficas y si cometen o no esas faltas, sean de profesores aspirantes a impartir clases de Griego, Física o Arameo (en este enlace hallo las pautas y así está recogida la norma en las bases de convocatoria de la oposición).

Según dice la noticia, una aspirante alega que “Está claro que las reglas ortográficas han primado frente al conocimiento científico y la capacidad docente, denuncia una de estas profesoras interinas a ABC”, ¿y, de veras que no le da vergüenza? Esta interina, que, si tiene esas faltas ortográficas nunca debió de serlo, debería entender que su conocimiento básico como profesora comporta el dominio de la ortografía de su lengua, como debiera sobreentenderse que tiene un dominio práctico mínimo de las normas básicas de urbanidad, higiene, etc.

Me pregunto ¿cómo sabe la docente con veinte años de interinidad ¡no está mal! que fueron seis las tildes que no puso en sus “dieciséis carillas” escritas si no enseñaban los ejercicios realizados? Servidor, cree poder saber en esa cantidad de páginas si efectivamente quien escribe ha tenido unas erratas, un olvido o sencillamente no sabe poner las tildes y se juega lo que quieran con quienes quieran, después de haber corregido miles de ejercicios y haber enseñado durante décadas a acentuar a alumnos de E.G.B. y Primaria, BUP, COU, Secundaria y Bachillerato y haber corregido faltas ortográficas hasta decir basta, que gana la apuesta sin parpadear.

Estos aspirantes eliminados a una plaza de profesores, interinos o nóveles, bien podrían revolverse contra quienes les permitieron acceder a la prueba sin haberles enseñado previamente una realidad tan absolutamente básica como es escribir correctamente. He compartido claustros, doy fe, con funcionarios de carrera que ignoraban las reglas de la acentuación y de los signos de puntuación y...

Sigo leyendo que “Otra de las candidatas a una plaza de Tecnología asegura que lo próximo es acudir al Defensor del Pueblo, porque esas anulaciones no se corresponden con unos criterios sensatos, como el hecho de que en Selectividad el tribunal no pueda anular un examen por cometer faltas sí que resta o poner un dibujo explicativo en un examen técnico” (la cursiva es mía). ¿Es sensato comparar una oposición a profesor de Secundaria con una prueba de Selectividad? Esto me parece una puerilidad impar. ¿Cuáles son los criterios sensatos para esta señora? ¿Que tengan, acaso, cuantas faltas ortográficas quepan en sus ejercicios? Según leo en la propia noticia “las nuevas bases de la convocatoria 2024 de la Consejería de Educación que por primera vez contemplaban entre otros motivos para anular un examen a un aspirante a una plaza fija de profesor de Secundaria la detección de cinco faltas de ortografías ya sean tildes u otro tipo de incorrección independientemente de la especialidad a la que optara”, en las bases está, mas ¿era necesario acaso especificar que los profesores debían dominar la lengua española y que no podrían optar a las plazas aquellos opositores hablantes solo del chino mandarín o que convenía ir vestido al ejercicio de oposición?

¿Era necesario quejarse con el argumento de que este criterio de evaluación es un modo de eliminar opositores? Entiendo que toda oposición es de suyo, natural y necesariamente, un medio para eliminar a personas que desean optar a unas plazas por ser estas ordinariamente en Secundaria muchas menos que aquellos que desean ocuparlas. ¿Hay que explicar estas obviedades? Ya saben: Corren malos tiempos cuando hay que explicar lo evidente.

Ignoro el aspecto legal que apuntan los opositores de poder revisar la prueba escrita ¿se grabó en algún medio la prueba oral para poderla también revisar?, me pregunto. No lo sé, pero no puedo dejar de insistir en que el pretexto de su eliminación de la prueba por las causas ya expuestas comporte “que la Junta ha jugado con ellos ‘con su salud, la estabilidad laboral y familiar’”, lo que considero un victimismo de pan mojado en leche que se comen los gorrioncillos de mi calle. Peor es que ellos jueguen con la calidad de la formación de sus educandos cuando no saben… ni escribir.

Se me antoja que este dislate es un síntoma más de los parámetros de los tiempos incomprensibles en que vivimos. El relativismo se apodera de todo. Les aconsejo a estos opositores que hagan como el maestro Ciruela, que no sabía leer… y puso una escuela, quizá esto sea más sensato para algunos.  



[1] ABC. Córdoba, 20/07/2024.

19 de julio de 2024

MENOS DE 300: Carvajal fue franco...

 

Cuando vi en las noticias la recepción del presidente del Gobierno a la Selección española y observé la cara de los jugadores, comprendí que algo pasaba. No sigo apenas las noticias del deporte.

El modo en que Carvajal dio su mano a Sánchez me pareció muestra y signo de su sentir. Quedamos en que esto de la política sale de “las tripas” en Italia dicen del “sue palle” y a los españoles castizos de “sus cojones”. A Carvajal, como capitán de la Selección de fútbol lo llevaron a Moncloa: él no lo decidió ni le pidieron opinión y como a él a otros, según leo. Carvajal no es un muchacho, sino un hombre con criterio. Hizo alargo “una mano bladiblú”: floja, viscosa, blanda, fofa… al presidente. ¿Fue eso una falta de educación?

Conviene saber. Se da la mano limpia al otro para demostrar que no se lleva arma, por eso es signo amistoso y es costumbre inveterada (por lo mismo es una falta de educación dar la mano derecha con la izquierda metida en el bolsillo). Se da con firmeza para comunicar convicción.

La reina de España no quiere ser saludada como se hace con las damas, sino como a los caballeros. ¿Es educado darle “un apretón” o “un blandiblu”? Pregúntele a ella, servidor no lo sabe.

Sin duda Carvajal fue franco. Mostró de ese modo su rechazo a Sánchez y su obediencia a la Federación. Creo que no fue falta de educación, como no lo es retirar el saludo, señal de amistad, a quien se desprecia. Yo no saludo a los mentirosos y he dado muestra de ello con mis hechos–, pero allá cada uno.

Si es cierto que Carvajal será perseguido…, los españoles deben necesariamente ir de nuevo a la Cibeles a defender a la familia.

18 de julio de 2024

Auster, Paul, LA INVENCIÓN DE LA SOLEDAD

 

Bajo un mismo título se cobijan dos obras distintas de Paul Auster, con títulos y temáticas distintas y yo diría que, aun siendo de estilo semejante, en la segunda obra hallamos una forma más desgarrada en el léxico, todo es más crudo. No recuerdo ya apenas lo leído de Auster a quien leí hace muchísimos años…

La primera obra, que da título al libro, es una larga reflexión sobre la vida en general a partir del fallecimiento del padre del autor, en quien se concretan las consideraciones vitales del fallecido, las del propio Paul Auster y las generalidades sobre la vida y la muerte. Es decir, la obra toda es una analepsis, un flash back. Inicialmente, la obra y los recuerdos del autor arrancan de la rememoración que aportan los objetos que el hijo halla en casa de su padre cuando va a hacerse cargo de la casa y la herencia; la madre no está porque el padres se había divorciado de ella. Encuentra objetos que le descubren momentos, situaciones del pasado, que ignoraba de su progenitor: fotos de cuando era soltero, rememora costumbres y quehaceres que tenía… Todo ello envuelto en una sensación de estar quebrando, al recoger la casa para venderla, que está invadiendo la intimidad del finado. Halla objetos que le horrorizan, que le suscitan una sonrisa, que le descubren realidades ocultas de un padre a quien, en realidad, apenas conocía o lo hacía muy superficial y parcialmente.

Si Sam Auster era como lo describe su hijo, sin duda, algún aficionado a la antropología pensará que estamos ante un charlie de tomo y lomo, un charlie pata negra, según mi definición; se equivocaría si le asignara tal clasificación: el padre de Paul Auster se sale de la norma de un charlie cualquiera por su miserable vida en lo económico, en lo moral, y en todo en general.

Su hijo Paul, en su obra, hace categoría de la anécdota, aunque me da la impresión de que no se trata tanto de una anécdota, sino de un rosario de anécdotas que nos dan una imagen si no exacta, lo que así creo, muy aproximada del raro espécimen que fue su padre en contraste con el hijo y con lo que podríamos llamar la “normalidad”, que el sentido común dicta.

Tipo tacaño hasta el extremo. Su austeridad se va alejando de la virtud hasta convertirse en un vicio que bien podría llamarse avaricia. Le faltaba al pobre desgraciado comprar calzoncillos de segunda mano sin lavar, porque el resto tenía cabida en su economía doméstica cotidiana. Teniendo una posición económica holgada se dejaba caer por el tobogán de la roña camino de la mezquindad y la miseria. Me llama la atención como él lo describe: ¿era así realmente el padre de Paul Auster? Nace mi duda de los contrastes que hallo entre los vicios y las virtudes que describe: no me cuadran… ¿Cómo era tan generoso con su sobrino y no con su hijo? Quizá fuera “candilico de puerta ajena” o “pastel para vecino”: aquellos que todo lo dan por quienes no están exactamente a su vera y descuidan al prójimo… ¿Hombre meticuloso con sus gastos y sus cuentas y desordenado en lo material que había en su casa? No me cuadra.

Habla de distintos hombres, como él dice ¿o es que todos tenemos tantas facetas como un poliedro ante espejos casi infinitos? Un ser así se diría de persona sin personalidad definida y lábil. Sin duda, habla de una persona extraña, hasta donde se puede comprender. Sin duda no era hombre de una pieza.

Ajusta el hijo su pasado con su padre y no tanto con su madre de la que apenas habla. Algo dice también de su hermana que, sin duda, era una enferma mental desde que era una niña pequeña. En realidad, habla de su padre primordialmente y no de su familia exactamente porque, en realidad, no había familia alguna, como se simboliza en el álbum fotográfico familiar “LOS AUSTER ÉSTA ES NUESTRA VIDA” y este estaba en blanco y sin ninguna foto.

La segunda obra que incluye el libro lleva por título Libro de la memoria. No recuerdo cuándo ni cuál fue la ocasión en que dejé de leer a medias algún libro. Hoy tomo nota: julio del 24, Libro de la memoria. Leo 25 páginas como quien mastica y traga algo que no sabe qué es ni a qué sabe: la textura nada le dice, el sabor ninguna información añade. Leí en la contraportada que Vila Matas, a quien apenas he leído, afirma que esta obra es “un bello texto que contiene el germen de toda la obra austeriana”, no puedo emitir un juicio sobre la obra austeriana que no conozco, pero la belleza del texto que he estado leyendo no he visto por dónde andaba, a lo peor di como A. vueltas y vueltas en círculo, siguiendo un mapa indescifrable hasta perderme harto de engullir renglones con la nariz tapada… Me planto.

Leí este libro por consejo de un amigo. He pasado un rato amable, de aprovechamiento eficaz con La invención de la soledad, pero ya no tengo edad, me temo, para invertir mi tiempo en una realidad de la que no saco provecho: se va acabando la mina al lápiz… Sigo mi camino.