Hace unos días me llamó un redactor del
DIARIO JAÉN,
donde escribí hace años. Deseaba hacerme una entrevista. Me envió las preguntas. Le contesté. No me habló de
espacio: pensé que sería un suplemento donde siempre hay mucho que rellenar. Me
explayé sin abusar. Veo la entrevista publicada y la hallo recortada, mutilada.
A fuer de sincero me siento molesto. Si me dicen que hay un espacio ya decido
yo por dónde recortarme. Me desagrada que me recorten porque me recuerda otras épocas. En este caso,
seguro, no hay malicia, pero no me gustó la práctica. Como en este blog puedo
escribir y extenderme y decir… Publico entera la entrevista… tal y como la
envié
* * *
Entrevista
a Antonio José Alcalá
Nombre y
apellidos: Antonio José Alcalá.
Centro en
el que trabaja: IES “Miguel Sánchez López”.
Cargo: Jefe del
departamento de Lengua y Literatura.
Preguntas:
— ¿Cuánto
tiempo lleva dedicándose a la enseñanza?
Treinta años, lo que en mi caso es más de media
vida.
— ¿Todavía
le gusta preparar sus clases o ahora todo es más automático?
Depende de la clase que vaya a impartir… Las
programo todas. Es bueno que los alumnos sepan con antelación qué vamos a hacer
en cada hora de la semana, por lo que las programo, como digo, con antelación.
¿Prepararlas? Muchas ya, a estas alturas, están preparadas, no necesito
hacerlo. Si se trata de entregarles apuntes, también procuro incluir las notas,
si las he tomado, de algo que los mejore…
— Haciendo
las sumas y las restas, ¿esta profesión le da más alegrías que disgustos?
Todo éxito es prematuro, dice Polo, y me gusta a mí
repetir… Dicen que me faltan todavía otros diecisiete años para echar la raya y
tener la suma total… Por lo que voy viendo da más alegrías. El trato humano
continuo tiene muchas asperezas, pero ayuda a limarnos y suavizar contornos. Se
crece mucho personalmente ayudando a otros en su formación…
— ¿Quién
le animó a ser profesor?
Propiamente nadie. No deseé ser profesor. Lo mío fue
un accidente. Mi afán era trabajar en el llamado Servicio Nacional del Trigo,
que aún no sé siquiera de qué se trataba, pero les iba bien a quienes
trabajaban ahí… y me pareció una buena idea. Cambiaron los programas de
oposiciones y mientras, por entretenerme… Igual ya en estos últimos treinta
años han sacado el programa, pero ya no he tenido tiempo de preguntar por él.
— ¿Tiene
claro que hay que hacer para que el alumnado
aprenda en el aula? ¿Y lo que no se debe hacer?
La peor de las plagas de este oficio mío es el
repetido refranillo que asegura que “cada maestrillo tiene su librillo”. Muy
español, egotista, muy individualista… Cada profesor, cada maestro, se encierra
en su aula con sus alumnos y allí alumbra el misterio del saber, el conocer y
el aprender… No se trata solo de dominar la materia que se imparte, sino
también de saber cómo instruir en ella a otros y cómo estos alcanzan esos
conocimientos, esas destrezas que se enseñan… Los profesores reniegan de la
intromisión de pedagogos y psicólogos en la escuela…, es posible que se
produjera una invasión, que haya aún cierta intrusión, pero lo cierto es que el
profesor, el maestro debe conocer, dominar… estrategias y metodologías que
mejoren la transmisión de una cultura, de un saber, de unos conocimientos.
Sí, sí… tengo claro qué he de hacer, pero esto no
opta para que cambie cuando alguien me dé una idea nueva, una posibilidad
nueva… No dejo de leer y estudiar de continuo, en general, y también en
particular sobre aspectos que tienen que ver con mi materia…
— ¿Lo
último?
Un excelente libro sobre comprensión lectora… Saber leer de Parodi y Peronard… Lo
recomiendo. Es del Instituto Cervantes.
Creo que se ha caído en el activismo en el aula.
“¡Que los niños hagan! ¡Que experimenten! ¡Que se muevan!”… Una realidad inequívoca
es que la capacidad de concentración y atención es bajísima hoy en el alumnado
en general. Falta dominio de sí. En el barómetro de marzo del CIS –de vez en
cuando lo miro para ver qué se dice de la educación- comentaban los encuestados
que la disciplina en el aula no es importante… De educación, de instrucción…
todo el mundo sabe, todo el mundo opina… Si no hay disciplina en un aula, si no
hay orden… ¿cómo se aprende, cómo se enseña? Los niños vienen de casa sin las
virtudes prepolíticas que se requieren para salir a la polis, carecen de
virtudes básicas: obediencia, dominio de sí, paciencia, docilidad… ¡Hablo en
general! Y luego, claro, en el aula no hay manera de que estén trabajando,
estudiando, atendiendo, siguiendo una clase… La consecución de un bien es
arduo… No se aprende ruso en un fin de semana por mucha publicidad que se haga
a esa idea. Los niños, dependiendo de las edades, deberán HACER, pero también
tienen que adquirir conocimientos teóricos que no pueden ser deductivos...,
sino que el maestro o el profesor, ayudado de manuales, de la pizarra, de un
vídeo… transmite y ellos deben memorizar -¡sí, ME-MO-RI-ZAR!- y aprender.
El asunto de si conviene o no hacer exámenes creo
que está fuera del debate. El control, el examen, la prueba… de alguna manera
tendré que saber por dónde van mis alumnos para seguirles ayudando, para
reorientar su aprendizaje y mi trabajo… Se han olvidado los exámenes orales y
esa destreza, el lenguaje oral, es capital… Es la cenicienta de las enseñanzas…
Si me permite que me aleje… ¿no cree que si se hubiera examinado en serio, evaluado
de verdad la economía española en estos años atrás no nos encontraríamos con
que creíamos estar en quinto de carrera y ahora resulta que no nos sabemos ni
el catón? ¡Pues eso!
— Yo le
digo “Plan Bolonia”. ¿Usted qué me dice?
Que me coge muy lejos. Para mí los boloñeses…, en mi
época, eran estudiantes de Medicina y Derecho… muy brillantes, que se iban a
estudiar a esa ciudad, al Colegio Español allá: conocía a alguno de ellos en
Granada… Precisamente ahora leyendo historia de la Iglesia he sabido que el
cardenal español Gil de Albornoz lo fundó… (por cierto que me ha parecido un
personaje curiosísimo…, sobre el que me gustaría leer). Disculpe mis
digresiones, es que todo me remite a todo… No existen píldoras del
conocimiento… En fin, ¡que me voy de nuevo! Intento preparar alumnos para que
sean felices, les enseño Lengua y Literatura… Unos van a la Universidad, otros,
no… Ser felices es lo importante, por mucho que Nietzsche y Bueno se burlen de
ello…
— ¿Hay que
fomentar más la cultura y el arte en las aulas? (teatro, música, danza, opera,
literatura…)
En las aulas debe haber más disciplina, más unidad
de criterios entre el profesorado de un mismo centro, mayor coordinación entre
padres y profesores… Hay un bachiller llamado de artes que en mi época, por
ejemplo, no se impartía… Echo de menos que los alumnos carezcan de unas
nociones de latín…, pues luego las necesitamos para la lengua, pero ya lloró
Adrados y escribió hasta decir basta en defensa de una lengua que sigue viva…
en sus descendientes. Los profesores de Clásicas, y los de Letras, en general…
lo pedimos, pero… ¿Y la Filosofía? ¿Y más horas de Lengua como instrumental
básica…? ¿Y la Historia…? Perdone…
— ¿Qué
tipo de libros suele recomendar a sus alumnos?
¡Uff! Soy un gran defensor de la buena literatura y creo
que esta anida en los clásicos… Cuando digo clásicos no estoy diciendo Homero o
Lope -¡que también!-, pero estoy diciendo La isla del tesoro –que he leído este
año con niños de 1º de ESO y hemos visto, además, la película y les ha gustado
mucho-, estoy diciendo Robinson Crusoe, Colmillo Blanco, El principito, El
último mohicano, El viento en los sauces… ¡Hay clásicos infantiles y juveniles
que son maravillosos! ¿Qué fue de Enid Blyton? ¿Y de los grandes
españoles…Valle, Lorca, Calderón, Delibes, Cela…? Depende de los cursos… Me
inclino por los clásicos, sin duda alguna. Ojo: tendemos a recomendar y leer y
trabajar mucha prosa y poco teatro y escasa poesía… Los niños pequeños cantan y
recitan, pero luego les da vergüenza o no leen… Dicen aburrirse.
A los mayores, me refiero a los bachilleres, les
recomiendo a veces libros que estoy leyendo en ese momento incluso… Siempre
llevo en la cartera, como norma, alguno de los libros que tengo entre manos:
suelo leer varios a la vez. Les hablo de ellos, les pico en su curiosidad, les
cuento algo… Reconozco, sin embargo, que ellos leen libros que tienen que ver
con series de televisión o de cine… Vampiros, misterio, etc. Los que leen no
son muchos de ordinario…, pero quienes leen –creo que como los adultos- leen mucho…
¡No se crea que los adultos leen mucho! ¡NI MUCHO MENOS! Y no le hablo de
trabajadores manuales…
— ¿Entiende
los recortes en educación?
Los entiendo porque me dicen que no tenemos un duro.
Me subleva que no lo tengamos porque lo han despilfarrado: insisto LO HAN
DESPILFARRADO. Me indigna que la casta política y dirigente que nosotros
mantenemos con nuestros impuestos y nuestros votos, además, se encierren en sus
privilegios: privilegiados sueldos, privilegiadas prebendas… y no se corte
donde se debe… No hay un duro, pero vamos a cortar en todo aquello que siendo
bueno, podemos prescindir de ello. No sé si las Diputaciones nos sirven o no…
Sí entiendo que las Autonomías se han convertido en un festín festivalero donde
algunos políticos con la aquiescencia de sus partidos han metido hasta el codo…
¿Qué ha sucedido en las cajas cuando llegaron Jesse Jame y Bonnie and Clyde?
Poner a la zorra a guardar las gallinas es una idea hermosa, muy roussoniana,
pero peregrina con resultado de saqueo… ¡no quedó gallina viva y ahí están las
cajas… vacías… como prueba!
No, claro que no entiendo los recortes en educación
ni en sanidad ni en nada mientras se sigue malgastando el dinero en otras
realidades prescindibles, suntuarias…
— Exponga
lo que desee
Darle a usted las gracias por permitirme decir lo dicho… Desear
un feliz y descansado verano a los docentes que se lo merezcan… Y esperemos que
lo que se nos avecina no sea tan atroz como lo pintan… Muchas gracias por su
paciencia.
Y que esperabas del diario Jaen....
ResponderEliminarSon unos artistas que por bandera llevan su actitud de vestir a la muñeca a su gusto.
Y por que no has mencionado a sus amigos "los sociatas" que si no tiempo perdido, Entrevista a la basura.
Mucho ánimo y feliz verano !