3 de septiembre de 2025

41- DECLARADAS - El nutricionista deportivo Nacho Company explica el nutriente clave que hay que consumir para tener «diez años más de vida»

 



No leo el artículo porque… Que me pregunto yo quién les ha dicho a tantos y tantos empeñados en alargarnos la vida que lo hagan… ¿Quién? ¿Quién ha dicho que queramos ser viejos, longevos?

Supongo que les habrá ido, y les va, esto de vivir de maravilla. Puede no ser el caso de muchos otros que están locos por pillar la de villadiego y “Adiós, muy buenas. Si te he visto no me acuerdo. Que no te elegí y te encontré en la calle”.

Vivir es maravilloso. Vivir mientras Dios quiera es una bendición, un don, un regalazo del que Dios ha dotado a todos los que estamos vivos, pero no me negará que hay vidas y vidas. No entremos en los designios de Dios, que esos son suyos y son un misterio y no hay que darle vueltas por qué usted, a lo mejor, o yo, seguro, hemos nacido en occidente, con medios de todo tipo y con posibilidades incontables y por qué a mil kilómetros al sur ha nacido otra persona, con la misma dignidad que cada uno de este lado, pero con unas dificultades enormes para sacar su vida adelante. No estoy hablando de felicidad, estoy hablando de esa realidad radical que la vida es: esa que ninguno de nosotros solicitó tener y a la es difícil renunciar, aunque la puerta del suicidio esté muy abierta para quienes pierden los papeles: nadie en su sano juicio se suicida (cerca de 4.000 personas lo hacen en España al año: ¡ojito!).

No viviré, don Nacho Company, más de dos segundos de los que Dios quiera y en sus manos pongo mi vida toda. No me subyuga, bien es cierto, vivir diez años más como lo hizo, por ejemplo, mi madre en sus últimos años, ya fuera de sí, respirando y poco más, casi un vegetal, pero ahí estaba y su vida cobraba sentido pleno en que la podíamos ver, amar, abrazar… y sonreía y decía por ratos…, pero no es deseable, ¡para mí al menos! Veo esas abuelas, casi siempre son mujeres, que cumplen 120 años y son poco más que una uva pasa: no, gracias, don Nacho.

El otro día me comentaba un amigo “no le temo a la muerte, quizá cuando llegue el momento…”. Pues eso mismo digo yo. Y si antes de morir hay que sufrir, Dios me dará la gracia para vivirlo así… ¿Y si Dios no existe? Pues mereció la pena cruzar el portalón con la dignidad propia de la persona que soy; pero, permítame, ¿y si Dios existe?

Muchas gracias don Nacho Company, pero no lo necesito. Un saludo, 




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