13 de octubre de 2017

Luis, Leopoldo de, VIDA Y OBRA DE VICENTE ALEIXANDRE


            Quien no me conozca podrá pensar que es falso; quien me conozca podrá pensar que es una hipérbole: ni lo uno ni lo otro. Es verdad. Hasta COU no tuve noción de qué era la llamada Generación del 27 en la Historia de la Literatura española y aun así fue de un modo muy superficial: don Alfonso Sancho no terminó el programa de Literatura, como muchos otros profesores hicieron en ese curso; hoy eso sería calificado con cárcel cargada de cadenas y mil inspectores tras el cataclismo irresponsable, etc. Entonces, era lo que había; nadie murió de inanición mental. Durante toda la carrera nunca llegamos al siglo XX en la historia de la literatura española... El Alborg era nuestro Kempis, nuestra guía del filólogo en ciernes...

            Durante años de Aleixandre supe que le habían dado el premio Nobel de Literatura porque recuerdo haberlo visto en la tele haciéndole una entrevista (andaba yo por el BUP) y que era homosexual, algo horrendo entonces (y hoy casi obligatorio como lo era la "mili" entonces, para cualquier español bien conformado). Lo que había y lo que hay.

            La biografía de Leopoldo de Luis se podría calificar de casticista y hagiográfica, donde los huecos propiamente biográficos se rellenan con circunloquios, citas y generalidades, eso sí, con buena y amable prosa que ayuda a ir pasando páginas.

            Lo que llena las páginas con reiteración, para mi gusto, excesiva, con machaconeo innecesario es la generosidad el poeta que a todos recibe en su casa, que a todos convida, con una exquisita sonrisa, con una admirable educación. A todos escribe, para todos tiene palabras de afecto…, pero elude decirnos de su relación, digamos amorosa con Carlos Bousoño. Hay una biografía de Aleixandre, La memoria de un hombre está en sus besos (Barcelona, 2016), escrita por Emilio Calderón, donde, por lo que leo en las críticas se insiste en la condición homosexual del poeta para explicar… No he leído la obra. Sin duda, como escribe el propio Aleixandre, “el poeta es el hombre, y todo intento de separar al poeta del hombre ha resultado siempre, fallido, caído con verticalidad”: la homosexualidad de Lorca afecta a su obra y la W. Whitman por el peso que la condición de tal tiene en la vida, pero también todas las realidades tienen un orden en ella. Freud era un pobre mentiroso.

            Como acercamiento a la persona y la poesía de Aleixandre, la biografía que comento puede ser aceptable para quien poquito sabe o sabía de él, como es mi caso, pero no espere el lector hallar una biografía con mucho calado. Quizá al título del libro le sobra brillo y le faltan renglones a este comentario.


1 comentario:

  1. He leído parcialmente tu artículo, y me alegro de saber de ti. Un abrazo fuerte desde Granada. Veo que has cambiado la apariencia del blog: está bien, queda bien.

    ResponderEliminar