22 de mayo de 2016

Samuel Johnson, PREFACIO A SHAKESPEARE (I de II)


Publico esta entrada tras comentar la biografía de Boswell sobre La vida del doctor Samuel Johnson, lo que sitúa o puede situar al lector que sigue este blog, en la estela de este autor de obra y vida tan singulares…
Por lo que pude aprender en la biografía arriba citada, Johnson es tan desconocido como genial. Animo de nuevo a leer la obra de Boswell. En 1765 edita Samuel Johnson las obras de Shakespeare. El prefacio que ahora comento abre la edición en ocho volúmenes de las obras del dramaturgo. Es curioso porque lo he leído aquí o allá sobre la obra de Shakespeare, en unos libros y otros, en críticas… ahora descubro que manan en gran medida, muchas de las apreciaciones, de lo escrito en este prefacio. No me cabe duda de que el crítico excelente que fue Johnson marcó los hitos que delimitan muchos de los caminos recorridos por la crítica posterior sobre la obra de Shakespeare.
Me llama poderosamente la atención el estilo sentencioso con que Johnson escribe y la puntería que muestra al hacer el análisis de aspectos, realidades, sucesos… comunes a los humanos que con pocas palabras delimita perfectamente; señala y caracteriza, de manera inequívoca, sensaciones, experiencias, pensamientos que todos hemos tenido, padecido, vivido, oído y que él, el doctor Johnson, como si fuera un entomólogo existencial, dejara clavados con la aguja sobre un cartón, diáfanos, expuestos a la evidencia de la mirada o el pensamiento de quien los lee y medita… Excelente y brillante: ¡admirable!
De igual modo, es magnífico el repaso, en todos los sentidos, que da a quienes lo precedieron en la crítica del genial dramaturgo inglés y señala en unos y otros aciertos y errores, las opiniones que tiene sobre lo expuesto por unos y otros; lo que asume o no de ellos; lo que considera aciertos magistrales o errores garrafales. Sin duda quienes deseen hacer un comentario sobre las obras de alguien pueden hallar en este prefacio una guía general pertinente que les puede ayudar en su trabajo.
Puede parecer absurdo, pero es frecuente que ante el escritor, sea del género que sea, no caigamos en la cuenta de que solo es eso: un escritor. No desea ser otra cosa. Shakespeare, como bien señala Johnson, es un dramaturgo, un hombre del teatro, autor y actor… ¿acaso no es suficiente? Shakespeare no es un severo y circunspecto profesor de universidad, ni un erudito, ni un estudioso… ¡Es un hombre del teatro que aspira a representar en la escena de su época cuanto él piensa que tiene interés y le puede reportar interés a él! Conoce la escena, los actores, los medios; conoce no solo al público… ¡sino a las personas y sus pasiones y sus reacciones, a usted y a mí! Es por ello que a Shakespeare no le frena la mescolanza de géneros, de ideas, de iniciativas… él no es un preceptista y mira no sin cierta ironía de soslayo a críticos anteriores y contemporáneos suyos. Se inspira en obras conocidas, en traducciones que llegan a sus manos, griegas o latinas (¿qué disputa y qué interés es ese que se detiene ante el genio de si hablaba o escribía o no latín?), viejas historias del país… todo sirve a este genio para atraerse al público, que es lo que le interesa. Da igual su nivel de cultura, su formación… lo que sí podemos aseverar es que era inteligente y todo es capaz de transformarlo, hacerlo suyo, y servirlo a un público que estalla en felicidad cuando se levanta el telón.

Mucho de cuanto Johnson escribe de Shakespeare me remitía directamente a otro genio -que no es nuestro, como Shakespeare no lo es de unos isleños europeos-… Miguel de Cervantes. Este decía leer todo cuanto caía en sus manos y aun los papeles que hallaba por la calle. Otro tanto le pasa a Shakespeare…, más Johnson lo señala como más lector “callejero” que de libros… No lo fue poco Cervantes. “Ni la perspicacia ni el discernimiento, de los que proviene casi todo mérito connatural, se aprenden en libros o preceptos. La mirada de Shakespeare sobre el ser humano fue, a buen seguro, aguda, inquisitiva y curiosa en su más alto grado”. (p. 55)

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