Querido
charlie:
Me
consta que hay quienes no le conceden valor jerárquico a la antigüedad en un
oficio. Esos quídam son unos ignorantes. El ejército, donde hay jerarquía, y es
una de las empresas más viejas del Globo, siempre se dijo que la antigüedad es
un grado. Si se es muy antiguo se tienen muchos grados. Es lo que hay por mucho
que los modernos, los nuevos, los pelones y quienes no sirvieron en el ejército
lo ignoren o lo nieguen.
Se
acabó el curso escolar. ¿Se acabó con él acoso infantil, adolescente, juvenil,
si me aprietan? No. Se terminó el acoso que se da en las aulas, pero el acoso y
la violencia se desplaza a las pandillas, a los grupos, a las litronas, a las
calles, a las plazas, a la soledad. Los whatsapps turbios siguen su rumbo por
las cloacas del horror.
Se
acabó el curso escolar. Los alumnos de primaria y medias están de vacaciones.
Noticia: Detenido un menor por la
muerte a puñaladas de otro en un botellón en Sevilla. Otro titular
con pocos días de diferencia: Violencia escolar, ¿cómodebenactuar los profesores? (la cursiva y la negrita es mía). Otro
titular con pocos días de diferencia: Detenido
un niño de 14 años por la muerte de una limpiadora en un centro comercial de
Sevilla.
No
me gustaría ser especialista en nada, pero ya perdonarán que lleve más de tres
décadas impartiendo clase y más de cincuenta en las aulas: disculpen.
Según
afirma el especialista, el señor García González, en su libro El reto de la convivencia escolar, los
profesores deben actuar así, sin matiz
concesivo, un deber de obligación inexcusable. Esto es, repito, deben actuar los profesores, pero de
inmediato se reconoce que el problema de
la violencia nace, crece y se reproduce en unas familias que no educan y se
suele manifestar en la calle y particularmente donde hay un caldo de cultivo
abundante y propicio cual es un aula. Y ahí empieza la labor que deben realizar los profesores. ¿No te parece
ridículo, charlie, que el problema esté en Guatemala y actuemos para
solucionarlo, ya en proceso, en Rusia?
Antes
se hablaba de cursar disciplinas como las Matemáticas, la Física, el Latín, la Literatura…
El gran problema de la enseñanza en estos muchos años que llevo, opino, es que
se pasó del cuartel a la comuna. La disciplina que se debe conseguir para
alcanzar el dominio de cualquier disciplina se calificó de fascismo, de
franquismo, de represión… y la disciplina se fue al muladar donde los pollos
pican. A partir de ahí empezamos a hacer disquisiciones entre auctoritas y potestas… (en la escuela se aprende la diferencia, lo digo, charlie
para quien la ignore).
Señoras
y señores, querido charlie, me duele la boca de repetir que mientras ese ente
que es la Sociedad, el Sistema, el pueblo o su… cargue toda la responsabilidad
y toda culpa sobre unos pobres maestros apaleados, despreciados,
minusvalorados, relegados… y solo convocados a solucionar problemas que no les
corresponden, seguiremos teniendo muchísimos problemas en el depósito de
decante de la violencia que son las aulas. Problemas gravísimos y todos tan
contentos diciéndole al maestro qué debe hacer, diciéndole de su culpabilidad y
su responsabilidad…: los problemas tan campantes y los niños sufriendo... y
algunos muriendo. Pupila, charlie: No cabe la frivolidad.
Tu amigo,
Tucho Castelo.
Estimado Tucho:
ResponderEliminarEn primer lugar me gustaría presentarme. Mi nombre es Antonio Díaz Negrillo. Soy un chico de 36 años, actualmente médico de profesión, que hace ya algunos años tuvo la suerte de conocer a un profesor de literatura, medio tocayo, en un colegio ubicado a las afueras de Jaén.
Bien es cierto todo lo que dices.La familia es, sin duda, el entorno idóneo y necesario en el que los chicos y chicas deben formarse como futuros ciudadanos. Sin embargo, esta premisa exige que en el núcleo familiar exista un caldo de cultivo propicio para que dichos jóvenes reciban los valores y cualidades necesarios para la vida en sociedad.
En mi caso he tenido la suerte de nacer en una familia, digamos, normal (aunque en los tiempos que corren me siento privilegiado). Mi padre, filósofo. Mi madre, filóloga. Ellos me han inculcado lo que soy, pero ¿quién forma a los formadores?. ¿Existe una escuela de padres?. Y voy más alla, ¿quién exige responsabilidades a esos padres o a ese entorno familiar?
Espero que estas preguntas sirvan para hacer un ejercicio de reflexión sobre este problema tan serio y trascendente como es la educación.
Un afectuoso abrazo
Antonio.
A veces, querido Antonio, uno tiene la fortuna y el honor de que le den clase determinados profesores y estos son afortunados y se sienten honrados cuando enseñan a quienes quieren aprender y así no se pisotean las perlas… me alegra saber de ti. No ha mucho vi a tu madre por la calle. Ella no me reconoce: ni tú tampoco.
ResponderEliminarTienes razón. Se habla mucho de las escuelas de padres, pero no te olvides –tú padre sabe mucho de eso- que no existe ya un único concepto de ética o moral generalizada. Hoy los centros sin ideario, sin profesores que transmitan lo que no tienen… son barcos a la deriva. Todo es tan ecléctico como voluble e irracional, débil, opinable… Todos sabemos muchísimo de educación, de instrucción, de formación… (de todo), aunque nuestra educación, nuestra instrucción y nuestra formación sean nulas.
Hay una carencia enorme de referentes. Los valores no cambiaron, cambió la valoración de los valores… ¿Acaso no has oído que van a matar la nueva ley de educación antes de que nazca? Echa las cuentas de las que yo he padecido como educando y educador desde la del 71…
¿Quién le pone el cascabel al gato? (se te ha olvidado que tras la interrogación no se pone punto… ¿te acuerdas de las composiciones y los comentarios que os corregía? ¡Aún lo sigo haciendo personalmente, delante del alumno…!
Me alegró saber de ti. Gracias por escribirme y opinar aquí, siempre que quieras este espacio está abierto para ti…