Mucho me temo que a don Mario Vargas Llosa el nuevo Papa
también le resulte molesto so capa de serlo para parte de la curia, de la
Iglesia o de los bomberos de Roma, tanto da. La realidad es así y el propio
Francisco I lo ha dicho: la Iglesia es molesta para el mundo, para ese mundo
que no recibió a Cristo, para esas personas mundanas a quienes la cruz no deja
de producirles repugnancia y escándalo.
Para Francisco I y para toda la Iglesia, con seguridad, para
mí también, Vargas Llosa no solo no molesta, no estorba, no ofende, sino que,
como hijo adoptivo de Dios, se hace necesario para llevar a ese mundo que huye de
la cruz… a la Cruz de la felicidad y la salvación.
—
Don Mario, usted será bienvenido cuando lo crea
pertinente.
Un saludo.
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