27 de diciembre de 2012

BENEDICTO XVI: La infancia de Jesús (II), sin mula ni buey



    
    Sucede hoy con frecuencia que los cristianos se preocupan mucho por las consecuencias sociales, culturales y políticas de su compromiso, al mismo tiempo que siguen considerando la fe como un presupuesto obvio de la vida común. De hecho, este presupuesto no sólo no aparece como tal, sino que incluso con frecuencia es negado, escribe Benedicto XVI en su escrito PORTA FIDE con la que se convoca el año de la fe. Creo que es sustancial para la salvación y la comprensión de la existencia y la vida de Jesús, si hubo o no una mula y un buey como testigos mudos de su nacimiento. Lo que oigo en la calle sobre esto, promueve en mí firmes avances en mi fe y me anima al servicio del prójimo, ¿y a usted? ¿Y lo de que los reyes magos se escaparon de una comparsa gaditana –que, por cierto, no me gustan porque no las entiendo- no le mueve a usted a ser santo? ¡Con sus matasuegras y todo, esos reyes en camellos! La fe no es un estado de nada ni un modo de ser, sino una virtud que se acrecienta por la humildad y, a su vez, en cuanto teologal, es don que Dios concede. Miro en el Credo y no hallo en él que sean verdad de fe: que hubiera una mula y un buey en el nacimiento del Salvador ni que hubiera Reyes ni oro ni incienso, ¡fíjese!: ¡ni mirra…!
         El Papa publica esta obra con su nombre de pila y el elegido para su papado. Joseph Ratzinger. Benedicto XVI. No es obra magisterial, se dijo en la presentación, sino obra magistral –esto lo escribo yo- de un hombre sabio que, en su búsqueda serena y firme de la Verdad, lee, investiga, medita y a la luz de la fe escribe una obra sobre la Persona en quien reconoce a su Maestro, y a su Padre en un niño que nació de una virgen en Belén de Judá. La realidad y la verdad son muy testarudas, como la historia… ¿y qué le hacemos?
         ¿Qué sentido tiene este libro para quienes no tienen fe? ¿Quiénes hemos comprado este libro y por qué? El texto tiene sin duda tiene un sentido catequético para quienes somos cristianos. ¿Acaso pretende el papa convencer a quienes no lo son de que hace unos 2020 años nació –no apareció como algunos han escrito: nació- del que se dijo que era Dios y él mismo eso dijo de sí? La indiferencia es esencial al agnosticismo y, por tanto, quien lo sea no se ocupará ni invertirá su tiempo en leer a quien de entrada calificará de ignorante y dogmático, por lo menos.
         El ateo, si es español, como si es creyente, no habrá dios menor que lo mueva de su postura: Soy católico porque mis padres lo son y es tradición en la Corona española o algo así vino a responder nuestro actual Príncipe, don Felipe de Borbón, respuesta, como se ve, muy acorde con la actitud de su pueblo y en los antípodas de una fe viva, reflexionada, meditada, elegida… (se ve que gustó de elegir a la esposa, pero lo de la fe, le vino dado; aquí se es católico y de derechas y del Real Madrid… porque nos viene por la teta, ¡y se acabó! Que le pregunten a Juan de Valdés, autor del Diálogo de la lengua).
         Negar nuestro origen judeo-cristiano como europeos, ignorar que nuestra lengua española procede del latín, que nuestra cultura entronca con la Grecia clásica vía Roma, despreciar a los pensadores árabes o alemanes…, no disfrutar a los autores de habla española del otro lado del charco… es mancar nuestra cultura y nuestras posibilidades. En un mundo global y globalizado es labor de tontos comerse el verdín de los rábanos y dejarse estos. Mis alumnos ignoran quien es Lázaro el amigo de Jesús; mis alumnos supongo que no saben quién es Herodes, ni el Grande (quien tampoco parece que mandara matar a ningún niños, según Antonio Piñero en su biografía del déspota); me consta que no saben quién es Job (nombre que leen como si del término inglés, job, [ʤɒb], ‘trabajo’, se tratara y así al paciente bíblico lo llaman Yob, El libro de Yob, me dicen de la obra del pobre fray Luis); si les preguntara por el viejo Simeón o por Ana la profetisa… Ignorar quién es Jesús, dónde nació, por qué lo hizo allí… Se me antoja que es conocimiento de persona que desea ser  medianamente culta y por eso desde este blog se anima a que se lean este libro, incluidos los sacerdotes cristianos (se ha pasado el adviento y no oído ¡ni una referencia en ninguna homilía a ningún cura sobre el libro! Ya se ve que la afirmación tomada del Papa con que se inició esta entrada es bien cierta).
         Añado, aunque me alargue:
         Les aseguro que no harán grandes descubrimientos si conocen y meditaron algo el Evangelio o leyeron alguna vida de Cristo (aún recuerdo con agrado la Vida de Jesucristo de Ricciotti).
         El Papa les acercará amablemente a las realidades sencillas de la vida que nace de quien muchos pensamos que es Dios: de lo avatares de su nacimiento, de sus papás, de quienes le amenazaron… Es amable saber de quien se ama.
         Me quedo boquiabierto ante la capacidad de síntesis y la sencillez del Papa, cuando miro la bibliografía consultada, leída, meditada… (muerto ando de risa cuando veo algunos enmendarle la plana sugiriendo bibliografía… ¡siempre es hermoso enseñar a quien no sabe!).
         Espero que disfruten tanto como yo con la infancia del Niño.


3 comentarios:

  1. Alguien dijo:¡Soledad buscada, bendita soledad! Y así sucede, a mi entender, con el silencio. Ese silencio en plena naturaleza, contemplando un extenso y bello paisaje desde lo alto de una montaña, mirando al mar de agua o al mar de trigo valanceándose a merced del viento.
    Ese silencio que nos empequeñece y nos concentra, que nos ayuda a pensar, a volver el pensamiento hacia adentro mientras los ojos gozan sin que nada nos perturbe. ¿No es acaso una de escuchar el silencio?

    ANGALU
    www.acueductoazul.blogspot.com

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  2. Alguien dijo:¡Soledad buscada, bendita soledad! Y así sucede, a mi entender, con el silencio. Ese silencio en plena naturaleza, contemplando un extenso y bello paisaje desde lo alto de una montaña, mirando al mar de agua o al mar de trigo valanceándose a merced del viento.
    Ese silencio que nos empequeñece y nos concentra, que nos ayuda a pensar, a volver el pensamiento hacia adentro mientras los ojos gozan sin que nada nos perturbe. ¿No es acaso una forma de escuchar el silencio?

    ANGALU
    www.acueductoazul.blogspot.com

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  3. Me paseo por tu blog y me quedo boquiabierto. ¡Cuánta gente buena y capaz nos rodea! Gracias por tu comentario. El blog, entiendo, es también un puente que se tiende para la amistad -para que el amor- vaya y venga, aunque no siempre cruzan los demás... Gracias por estas palabras en esta entrada. Con mis mejores deseos.

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