Con los colegas en la puerta de casa. |
Casi de puntillas, un punto corrido por
avergonzado regreso por aquí. Buenas tardes. Lamento haber dejado en desamparo
mi blog, pobrín.
Permítanme una breve explicación quienes
con cariño me siguieron y esperaban mi vuelta o preguntaron por mí.
El creador, el escribidor, el
emborronador, el productor-generador de textos, el artista que pinta o compone,
que cincela o baila… es, cada uno, un mundo distinto. Dicen que los artistas
tienen o tenemos nuestras manías, ¿acaso quienes no lo son no las tienen? La
manía es congénita al humano y más aún cuanto más viejo. Es mi caso, querido
lector, que no puedo escribir otros textos cuando estoy centrado en alguna
aventura compositiva larga, compleja, etc. Cuando me hallo en esa situación, me
encuentro absorto, embobado, secuestrado por lo que hago y no puedo dedicarle
tiempo a otros textos. Tomo notas, sí, pero no puedo escribir algo con cierto
alcance. Es la explicación de lo que sucedió en estas semanas.
La pregunta se sucede lógica: “¿Y en qué
andaba vuessa merced embarcado, seor escribidor?”. Pues el caso es que no deseo
decirlo hasta que se concrete, porque estas cosas ni van ni vienen, sino que se
mueren en los cajones muchas veces y de ahí quizá no deban salir. De ser, ya lo
diré aquí y con gusto, pues para ustedes es y, por tanto, nobleza obliga.
* * *
Me preguntan qué leo en verano. Lo que no deja de sorprenderme. ¿Es
que hay lecturas de verano y de invierno como si de ropa se tratara? La verdad
es que lo ignoro. En verano y en invierno, a quien guste, que lea lo que le dé
la real de la gana, siempre que sea de bueno y de provecho. La falta de tiempo
no es enemiga de la lectura, sino la falta de previsión en el horario para
leer. Si no tengo previsto hacer deporte, no lo haré. Si no tengo previsto a qué
hora voy a clase de alemán, no leeré a Goethe en su lengua… ¡es sencillo!
En los próximos días les voy contando
aquí qué leo…, porque estoy, además muy ilusionado.
De lo leído para lo trabajado callo
para no dar pistas. Solo decir que me lo pasé bien. Es curioso que, las
lecturas de esos libros, me llevaran a esos momentos en que los leí, algunos de
ellos hace muchos años. Ha sido un viaje hermoso. También les contaré llegado
el caso.
* * *
A lo peor es impertinente en un blog
como este decirles que descansen todo lo que puedan. Ilusorio soñar con islas
cuasi desiertas de playas blancas… Para descansar… cambiar un poquito de la
actividad cotidiana. Regalarse espacios felicitarios. Les confieso que compré
en un anticuario un hermoso azulejo donde reza ese Carpe diem! que se traduce en Hodie
et nunc!, es decir, hoy, ahora, aprovecha el momento, sé feliz ahora… y si
es leyendo… lea.
Si fue impertinente, disculpe.
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