5 de diciembre de 2011

(Charlie-salida-26). De los libros del amor y el sexo.


Tienda de ultramarinos: se venden entradas de blog.
        Inicialmente, charlie, este blog era de libros, de crítica de libros, de comentarios relacionados con los libros…, pero poco a poco, con la crisis que tenemos encima se fue convirtiendo en una tienda de ultramarinos. De esta pasamos a ser una tiendecilla de TODO A CIEN y vamos camino de un bazar de chinos, que cogen la pelas en euros y se las pelan con ellos camino de su imperio del sol naciente… Lo mismo nos planchamos un huevo que nos freímos una corbata. Por dos pesetas no dan más.
         Estas entradas, con su número, siguen un supuesto plan en el que el viajero, un charlie cualquiera, es decir, tú mismo, se va encontrando con determinadas realidades que son necesarias para su viaje (Recuerde el alma dormida…) y así vamos ahora hablando del amor porque ya terminamos de hablar de la felicidad… (esa tirada del camino, ese trecho, gustó mucho: resultó jugoso a los colegas que hacen también viaje necesario). Lo del amor, no sé… Me dicen poco de ello… Me temo que me voy volviendo más y más carcunda. La experiencia me ha enseñado a ser más intransigente: antes concedía el favor de la duda a quien decidía salir por la ventana del sexto –ejemplo recurrente en este blog-: “Igual no se parte la cara –me decía-. Lo mismo tiene suerte con el tendedero o el toldo del tercero”… ¡Pues no! Salir por la ventana del sexto por llegar primero a la puerta del bloque es una NECEDAD como un camión y debe ser evitado. No concedo en esos casos el beneficio de la duda ni de nada a nadie. Ya está bien de condescendencias necias, de boba permisión, de afables sonrisas, de benignas benevolencias… Por Dios, ya vale: al pan y al vino… El agua clara y el chocolate… Ya está bien de tomarme la coleta. 

C.S.Lewis y Helen Joy Davidson.
         A lo que voy. Cito libros que me fueron bien, que me hicieron pensar, meditar durante tramos del camino en los que estuve convaleciente y tuve que detenerme y echar el párrafo largo, tranquilo, mirándome por dentro y contemplando por fuera. A veces muy herido, muy dolido, muy… jodido, señor don Diego… ¡Muy jodido! No cito las editoriales porque no me da la gana, que conste. Como también deseo que quede constancia de mi agradecimiento a sus autores, a quien Dios dé buena ventura allí donde estén.

         Sobre el Amor

        C.S. Lewis              Los cuatro amores.
         G. K. Chesterton     El amor o la fuerza del sino.
         A. López Quintás    El amor humano.
         J. Guitton              Ensayo sobre el amor humano.
         G. Thibon              Sobre el amor humano.
         E. Fromm               El arte de amar.
         K. Wojtyla              Amor y responsabilidad.
         J. A. Marina           El laberinto sentimental.
         E. Rojas                 El laberinto de la afectividad.
         E. Rojas                 Remedios para el desamor.
         J. Pieper                Las virtudes fundamentales.

         Sexualidad

        A. Léonard                        La moral sexual explicada a los jóvenes.
         J. Carreras                       Las bodas: sexo, fiesta y derecho.
         C. Caffarra                       La sexualidad humana.
         M. Gotzon Santamaría      Amar con el cuerpo.

Josef Pieper.
         Ojo. No digo que sean el no va más. Escribo que son lo que yo tuve a mano y a bien leer en su momento. Que los habrá más modernos, mejores, más altos y más simpáticos. Es lo que hay. Doy lo que tengo.
         Perdonen, pero esta tarde no están las cañas para flautas. El caminante viene azorado, apedreado, dolido, cansado… de un camino que se hace áspero y pino.

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