22 de junio de 2024

MENOS DE 300: Recuerdos de febrero y marzo del 36

 



Tan humano como no aprender nada del pasado es atravesar el presente mirando a un futuro que nos contempla agazapado con sus acontecimientos enigmáticos. Julián Marías hablaba del hombre futurizo. Vivimos en un presente continuo que se proyecta en mañana: lo que ahora mismo tecleo pretende ser una entrada de las MENOS DE 300 de mi blog, por tanto, es presente que cobra su sentido en un después, un mañana, en un futuro más o menos próximo.

Me interesa mucho la que llamamos "Guerra Civil". Tuvimos algunas que otras, pero… como la "Gorda" que decía Delibes ¡ninguna! No conozco a nadie que en la primavera del 36 dejase escrito, que anunciara, que se pusiera de puntillas y previera que la Gorda venía. No hubo José de Egipto que interpretara nada; no hubo arúspice que, viendo el panorama, dijera: “Ojo que con estos espartillos no se juega, que estamos apostando mucho y muy fuerte…”. 

Tras la amnistía de febrero del 36, negociada por los componentes del Frente Popular, se obligó a reponer en sus puestos de trabajo a quienes los había perdido porque eran unos delincuentes y fueron a la cárcel y por participar en el intento de golpe del 34. El caos tras dos años fue absoluto. Azaña sabía de la imposibilidad de la reposición de los “compañeros del Frente”, pero mintiendo tiró del carro con la falsa ilusión, que muchos le advirtieron, de que aquello terminaría yendo bien: la teoría de la mano invisible que todo lo arregla. Por este motivo hubo manifestaciones, huelgas, quejas legales, heridos, muertos y un aumento de los militantes de las derechas más radicales dispuestas a todo; la izquierda ya lo estaba.

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