20 de abril de 2020

409- Álvarez Romero, Manuel, del Pino Montesinos, José Ignacio: REFLEXIONES CON LA BATA PUESTA



Aunque el título podría dar pie a las reflexiones de las usuarias y compradoras de batas de Amancio Ortega, un título sinónimo a Reflexiones de unas marujas en bata…, no es así. Reflexiones con la bata puesta son un conjunto de artículos escritos por un par de amigos médicos, con bata blanca, entre ellos, amigo mío es solo Manuel Álvarez a quien debo mucho como paciente y persona, por muchas razones que al caso aquí no vienen, pero que desde aquí agradezco.

Cada diez días, los doctores Álvarez y del Pino escriben a cuatro manos un artículo que se publica en el Boletín del Real e Ilustre Colegio Oficial de Médico de Sevilla, bajo el título de Salud Mental y Humanismo Médico. Los artículos no son extensos, pero sí atractivos por sus títulos, sus contenidos y el tratamiento que se hace de los temas que se abordan. Una selección de estos artículos son los que conforman la obra que hoy comento.

La estructura de los artículos se repite uno tras otro lo que orienta perfectamente al lector: un título breve y seductor, una entradilla de algún comentario, frase, dicho, refrán… de alguien conocido (en la mayoría de los casos médicos, filósofos, pensadores en general de prestigio por sus trabajos y sus obras) e inmediatamente después el artículo en sí de los doctores. El trato que se le da al tema es, insisto, agradable, y, por supuesto, al alcance de cualquier lector de mediana cultura, pues, aunque los temas examinados se relacionan con la Medicina en general, no repelen al profano, pues la Medicina de la que hablan los citados doctores enraíza en la persona que somos usted y yo, digamos que hablan de nosotros. El libro lo componen 11 epígrafes de contenido muy variado,  bajo los que se cobijan 77 artículos a los que antecede una presentación y un prólogo, y a los que sucede un breve epílogo.

No siempre atina uno al elegir el libro que leer. Ustedes lo saben porque aquí lo digo sin compromiso ni rodeo alguno cuando es menester. A veces se mete uno en berenjenales en los que pierde el tiempo como un miserable. En estas Reflexiones con la bata puesta… me lo he pasado muy bien. Se aprende, se ríe, se pone uno serio, se medita al par de los renglones y junto al doctor y lo que dice… En las obras de los amigos uno los ve al trasluz: en modos de decir, en las maneras de exponer…: resulta simpática la opinión y la apuesta…

Como siempre que hablo con Manolo, sobre todo he aprendido y recordado con estos artículos a reflexionar sobre mi propia persona. Estos escritos marcan sendas, direcciones sugerentes, soluciones posibles a esas dificultades con las que nos encontramos, nos tropezamos o nos chocamos las personas en eso que es el vivir.

Me ha llamado la atención la riqueza de citas de autores de lo más variado, los menos específicos y propios de arte de “curar, aliviar y consolar”, es decir, de los médicos, de algunos no tenía noticia, mas la mayoría de los citados… son conocidos por mí. Cierto que también muchos de los médicos son “amigos míos”, pues en ese oficio se da el espécimen aficionado, si no experto, en escribir y hacerlo sobre ese humanismo propio de quien se acerca al enfermo por la palabra escrita: Rof Carballo (del que guardo memoria y artículos de páginas enteras en el ABC; algún día saldrán a esta plaza); Marañón y Laín a quienes he leído en sus obras no estrictamente médicas; Vallejo Nájera, López-Ibor y Enrique Rojas… de quienes sí he leído en este caso obras más relacionadas con los temas propiamente médico. También hallamos grandes pensadores del mundo clásico en sentido amplio… Todo ellos son utilizados con la sutileza del sabio por los doctores Álvarez y del Pino para acercarnos… no tanto a sus ideas, sino por sus ideas… a nosotros mismos. Ellos nos invitan al examen, a la meditación más allá de la reflexión que ellos usan para conocernos mejor, para comprendernos mejor con los demás y en el vivir cotidiano.

Las imágenes, las metáforas, las alegorías de las que se valen son siempre luminosas. No tienen por qué ser estrictamente novedosas porque la verdad la diga Agamenón… no deja de ser verdad que pone luz en la realidad… Cómo la mentira pretende reificar a las personas y sus situaciones, a la realidad toda e impide la libertad de poder respirar hondo en lo limpio.

No siempre tiene uno la oportunidad de charlar con personas, permítanme, doctas, sabias y amables que quieren compartir con paciencia, palabra a palabra, renglón a renglón… su tesoro de conocimientos para enseñar a quien no sabe, que es obra de misericordia corporal que, un servidor, agradece en lo vale. Muchas gracias por su libro, señores.

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