Querido charlie:
Verba volant, scripta manent. Aserto
clásico que con la huracanada brisa que a día de hoy corre hace agua. Hoy lo
escrito también volant en las cabezas
hueras de muchos, encalla en la voluntad canalla y roma de algunos y naufraga
en la malicia propia del receptor torticero. Verba volant, scripta etiam. Entre otras causas porque se carece de
afán necesario por alcanzar la verdad (su consecución es ardua y la molicie es
mucha). La verdad en tanto que claridad resplandece y posee (la verdad no es
poseída, sino poseedora). El acomodo y acostumbramiento al mero brillo propios
de las medias verdades (la superficialidad envía la luz originada en otros) o
de la cruda mentira vil sin ambages, alejan al buen entendedor al que hay que
dar muchas explicaciones (y esto produce mucho cansancio y hastío: es agotador)
¡y a quien hay que demostrar lo evidente! Malos tiempos corren cuando pretenden
que sea demostrado lo evidente.
Una
fuente de equivocación nada inusual es sustituir la conciencia empática por una
inferencia de lo que está sintiendo y pensando el otro guiada por una analogía
con lo que nosotros mismos sentiríamos o pensaríamos. Solemos considerar al
otro de forma injustificada como parecido a nosotros. No sólo nos equivocamos acerca
de los otros. También podemos equivocamos acerca de nosotros mismos.
No
ha tanto se decía al suspicaz (bajo esa capa vive el soberbio): “Te vamos a
tener que hablar con papel sellado”. Pues eso: mil folios sellados he comprado
para su uso en el baño.
Tucho Castelo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario