Ya
no recuerdo si lo conté alguna vez en este blog lo que a continuación escribo,
pero sí es cierto que lo he relatado en alguna ocasión. Olvidé dónde. Los
viejos tendemos a repetir las mismas historias.
Cuando
el frenesí lector de mis adolescencia y juventud se desmandó en una lectura
continuada, incontenible, desordenada… me di cuenta de que confundía títulos de
autores (esto me pasaba especialmente con escritores adscritos a la generación
del 98) y volvía a sacar novelas de unos y otros que ya había leído… Me ocurría
especialmente con Baroja y Valle. Pensé que lo prudente era anotar los libros
de los autores que iba leyendo en unas fichas que me hice con papel sucio y ahí
estaban autor y obra.
Pasados
los años, animado por algunos amigos más avezados que yo en el trabajo
intelectual, empecé a escribir comentarios de las obras en fichas. Y así lo
hice. Escribí a mano fichas en octavillas de papel usado. No recuerdo bien qué
escribía en ellas, pero lo podemos comprobar porque esas octavillas sí las
conservo. Estoy, sin embargo, casi seguro que mi primer archivo desapareció sin
remedio: también es seguro que no se perdió gran cosa, unos nombres, unos títulos.
Pasados
los años, con los primeros ordenadores que tuve ya empecé a escribir esos
mismos resúmenes en las máquinas. Ahí me extendía más. Escribía parte de lo que
anotaba en los folios que siempre acompañan mis lecturas. Hice muchas fichas.
Escaneaba incluso algunos textos… que luego corregía, pues los escáneres no
eran muy fiables.
Toda
esta labor me sirvió siempre para ejercitar mi memoria, para mejor recordar
detalles de obras, ideas… y comportó un ejercicio singular de síntesis y análisis
que ha dado con una razonable, entiendo, capacidad para hacer crítica de obras,
al menos, un determinado tipo de crítica. Me ayudó a crecer.
* * *
Es
hora quizá de reflotar este blog que hace meses que no visito ni yo. Lo haré,
sin embargo, con un sentido distinto al que tuvo desde su creación. En él
deseaba servir a los demás con mis lecturas, orientar en la medida en que podía
hacerlo, dar noticia de mí y de lo que iba leyendo… Algo se ha logrado; sin
embargo, lo voy a usar como archivo de las lecturas que voy haciendo sin más. No
tendré en cuenta a quienes puedan o no leerlo, sino que lo usaré para mi propio
servicio como mero archivo. Lo dejo abierto para quienes mirar en él, servirse
de él, quieran comunicarme algo y como ventana abierta a quienes me buscan en
Internet y deseen algo de mí.
Creo
que en realidad la finalidad del blog seguirá siendo la misma, aunque con el orden
invertido. No es exactamente que sea primero,
mi menda y aluengo el deluvio, que decía aquel, pero bien podría
aproximarse un tanto.
* * *
Publicaré
ahora en pocas semanas libros que he leído en estos meses de verano y lo que
llevamos de otoño-invierno. Si alguno de ustedes, curioso, se pregunta en qué
anduve, le diré que enjaretando una novela que ya tiene su color, pero que aún
tiene mucho por pulir y que con ella no ando en estas fechas porque ahora, en
estos meses, otros menesteres se imponen con la fuerza de lo imprescindible. Todo
se andará.
Por
tanto, bienvenidos de nuevo. Y un saludo a todos los que pasen por este blog. Para
servir a Dios y a usted, que me enseñaron.
Los que te queremos no necesitamos muchas explicaciones, aún así, que bien te explicas...
ResponderEliminarUn abrazo.