5 de mayo de 2012

Rafa, ESCRIBO A CIEGAS.


Rafa Ballesteros: marchador, músico, pensador, profesor, escritor, papá de cuatro niños con doña Conchi... ¡la leche!

                                                     (En respuesta a  

                               En conversación...(con mi amigo Antonio José) 

                                                de Rafael Ballesteros).

           Te leo y medito lo que escribes… Tiene mucha enjundia todo, mas no tengo hoy fuerzas ni para todo ni para mucho.
         Lo cierto es que parece que estamos alumbrando desde hace años una nueva época. Lo cierto es que ha habido estudios que han señalado características, que han puesto nombres… que parece que damos a luz, que parimos, pero que viene con retraso, que de nalgas… que no, que hay que volver a casa, que es una falsa alarma… porque no hay suficiente dilatación… ¡Hasta el sexo de la criatura ignoramos?
         La última gran revolución de Occidente fue la habida en los sesenta: la revolución sexual. En los sesenta del pasado siglo, entre Marilyn y Vietnam, entre la Coca-Cola y The Beatles, entre el mayo francés y el movimiento pacifista, los hippies, el Concilio Vaticano II, etc. Se produjo un barrido absoluto del marxismo en al plano teórico y dos décadas después se derribó el muro… No deja de ser curioso, ya te lo dije quizá alguna vez, que estando en esas los supuestos progres de la Iglesia se enrolaron en la Teología de la liberación y quisieron ponerle al Cristo dos pistolas y a la Iglesia… ¡viejos resabios que la Iglesia conoce porque es vieja! El mundo del telón produjo un calentamiento en la guerra fría y un enfriamiento entre los dos gigantes enfrentados.
         Muy bien… ¿Y ahora qué? Vuelvo a repetirte porque no logro saltar ese muro. Lo miro. Me distancio. Lo contemplo. Leo. Medito. Vattimo habló del pensamiento débil y ahora parece renegar de él… o poco menos. Habermas insistió en que aún nos hallábamos en la tardomodernidad, es decir: los llamados presupuestos de la modernidad, del pensamiento idealista, de la ilustración… que aún están coleando, aún alientan, pero no son capaces de vivificar un cuerpo social disgregado, desorientado, aislado e intracomunicado, sobreinformado, malformado, inmenso… Lo pequeño es hermoso y se hablaba de la economía birmana, eran los comienzos de los 70 con la crisis del petróleo, si no me he olvidado del libro de Fritz Schumacher. Recuerdo con especial cariño el libro de Alejandro Llano que fue iluminador para mí La nueva sensibilidad… Hablaba Llano en él de estos cambios… Jesús Ballesteros publicó por entonces Postmodernidad: decadencia o resistencia y no se equivocó en señalar determinados senderos por donde la realidad iba o iría… Recuerdo: el voluntariado, mayor influencia de lo femenino, la austeridad como virtud esencial… Hubo un Papa polaco que llegó del frío…, del frío de los países del norte y del frío de otra cultura, con un pueblo cuyo pasado había sido asaeteado por el nazismo y por el comunismo. Juan Pablo II fue el gran artífice –quien no lo reconozca es un ignorante- de la caída del muro, pero no tuvo pelos en la lengua ni en la pluma para dirigirse al occidente capitalista y echarle en cara que, además del Terror del Tercer Mundo, se estaba creando un Cuarto Mundo entre los desheredados que viven en el Primer Mundo… y que hoy, con la crisis, más que nunca están batidos… Me pregunto qué es de las religiones –soy católico-…, ¿qué aportan? Sé de lo que hacemos o dejamos de hacer los cristianos, mas ¿y los musulmanes y judíos? Este es un tema de la filosofía de la religión que se me escapa, Rafa. Como ves, no soy capaz de opinar, ¡todo me parece tan arcano, tan complejo!: hilvano, divago… ¡no me alcanza!
         Tendemos al etnocentrismo cultural y olvidamos, creo, que el mundo no es Occidente. El mundo no es el Norte. ¿Qué se piensa en el Sur? ¿Qué se mueve en Oriente? Te lo comenté, Rafa, hace años –me lo dijo un sabio- China no podía estar quieta (y aún abrirán mucho más los ojillos rajados esos chinos…), pero ¿qué aportan al mundo? ¿Más capitalismo, más millones y millones de consumidores, de productores…? ¿Y la India, Rafa, qué me dices de la India? África no puede permanecer inmóvil. Esas fronteras de tiralíneas reclaman volver a su estado natural… ¿Qué puede aportar el pensamiento, la cultura Oriental y del Sur? ¿Qué me dices del mundo musulmán que se incrusta en Occidente y se trae hasta la tetera? Me temo, con toda mi ignorancia, que no aportarán nada… Lo siento. Huyen del hambre, se asientan en costumbres atávicas y aspiran a tener agua, luz, un baño…
         Hace unos años, lo recordarás, hubo una catástrofe terrible. Un submarino nuclear ruso se hundió con parte de la tripulación viva. No había tiempo ni modo de rescatar a los supervivientes, que quedaban atrapados y sumergidos en el Kursk, que era al nombre del submarino. Un oficial dejó escrito en un papel de su bolsillo cuatro renglones: "13.15. Todos los tripulantes de los compartimentos sexto, séptimo y octavo pasaron al noveno. Hay 23 personas aquí. Tomamos esta decisión como consecuencia del accidente. Ninguno de nosotros puede subir a la superficie. Escribo a ciegas". Algo así me parece, me sucede a mí, nos sucede a muchos. Hemos perdido la posibilidad de subir a superficie y escribimos a ciegas, a tientas. Aspiramos al aire y estamos en el fondo, ¿te acuerdas de esa imagen que alguna vez quizá te puse del título de libro de Juan Ramón, Animal de fondo?
         Sobra presión, Rafa. El mundo que hemos generado, el mundo que hemos fabricado es un artefacto que genera mucha presión.
         No obstante yo me olvidaría, Rafa, de veras, de esa terminología que nada ayuda y desorienta de izquierdas o derechas, conservadores o liberales porque se han vaciado de sentido. La izquierda que gobernó España en los últimos ocho años no tuvo el arrojo suficiente para promover cambios radicales por miedo a perder votos, por miedo a contristar… y se limitó a conservar y conservar. La derecha, supuestamente conservadora, entró en el gobierno con la decisión clara de promover cambios radicales… El tiempo dirá quiénes llevaban o no la razón, pero Felipe González no es la imagen de la izquierda vestida de pana y de vida austera, ni Bono, ni Boyer, ni Alfonso Guerra… Olvídate, Rafa… ¿Es Gordillo la izquierda? ¿Lo es Valderas? ¿Los sindicatos? Tú crees que Pablo Iglesias permitiría el engaño de los trabajadores que cobran el paro y, además, tienen una economía sumergida, los lujos, la frivolidad de un partido marxista como fue el PSOE… ¡sin denunciarlo!
         Me hablas del Estado…, Rafa y no sé qué decirte. De veras. Pienso entre los liberales, los conservadores que desean un Estado adelgazado y dar la iniciativa al pueblo o bien… Un Estado grandón, como el que han defendido hoy Sabina y Serrat en Chile a propósito de YPF, que, por cierto, fue exactamente el que impuso Franco en los años 40 en España… ¿lo sabrán este par de pájaros? Mucho Estado y poca iniciativa privada… Miramos a los americanos del Norte y envidiamos sus impuestos, los precios de sus gasolinas, sus coches, su ritmo de vida…, pero queremos tener una Sanidad gratuita y universal, enseñanza gratuita y universal, grandes protecciones estatales en el trabajo, en su pérdida…
         Escribo a ciegas…

2 comentarios:

  1. Últimamente cito a alguien en el blog y parece que lo CONVOCO. Hoy publica EL MUNDO un artículo sobre LO PEQUEÑO ES HERMOSO de Schumacher, de quien hablo en la entrada,... y dejo el enlace como si fuera una miguita de pan en el cuento de Pulgarcito: http://www.elmundo.es/elmundo/2012/05/05/economia/1336211845.html

    ResponderEliminar
  2. Gracias Antonio, releo tu entrada y me encuentro con esto. Tomo nota.

    ResponderEliminar