1 de marzo de 2012

¿Por qué los españoles comunicamos tan mal?, Manuel Campo Vidal.

A/A Asociaciones de alumnos

         Uno cree estar de vuelta de muchas artimañas urdidas y la verdad es muy otra. Oí hace unas semanas parte de una entrevista que le hacían a Campo Vidal en la COPE sobre un libro que trataba los problemas de comunicación de los españoles y de los comunicadores en concreto; ciertamente los entrevistadores y el entrevistado lo hicieron tan bien, que me animé a la compra de los dos libros que tiene sobre el particular.
         Hoy termino el libro que titula arriba y vuelvo a escuchar una entrevista de Juan Ramón Lucas al autor sobre la misma obra, es de 29 de febrero, han pasado varias semanas y, si tuviera que decidir si comprar o no el libro, no lo haría.
         ¿Saben ustedes cuándo es el día del patrón de los cazadores? Pues San Huberto es el 13 de marzo. Dudo mucho que haya más de un millón de periodistas en España y nunca hablan en tal día de nuestro Santo Patrón como sí lo hacen por San Francisco de Sales, Patrón de lo suyo. ¿Qué quiero decir? Evidente, creo. El periodismo es profesión corporativista. Jabón sobre jabón, Campo Vidal y sus libros han salido enjabonados y yo, confuso, en la espuma…
         Vaya por delante que el título del libro es puro artificio de pescador: carnaza que oculta anzuelo para atrapar. No lo digo yo, lo escribe el propio autor en la página 166.
         Aducir, como causa primera y casi única, que los españoles no sabemos comunicar en público porque no nos examinaron oral nunca es de una simpleza que chorrea de risa, con todos mis respetos señor C. V.. ¡Sería a él! A mí sí me examinaron oral, me preguntaban oral en clase y yo lo he hecho como norma siempre a mis alumnos. Es lo que hay. ¿Que otros no lo hacen? De acuerdo. ¿Que en otros países se examinan ordinariamente oral? Lo ignoro y en qué grado…, pero montar una teoría a partir de tan liviana premisa es arriesgado.
         En el libro sobran anécdotas. En las entrevistas que le hacen sobra la salpimentación de anécdotas periodísticas…, de periodista. Hacer categoría de la anécdota me parece mucho arroz para tan poco pollo. Citar a José Luis Sampedro como autoridad sobre la humildad, me parece atrevido en grado sumo, con todos mis respetos para el viejo economista, que no es precisamente es el Aquinate ni Sócrates, por citar a dos pájaros que vuelan más alto en el ramo y lo tratan mejor. 
       No me parecen sinónimas en absoluto comunicar y contar…, por favor. Me parece una tergiversación torticera. Una cosa es lo que hace García Márquez, que cuenta y lo hace de Nobel, y otra cosa es comunicar. No, señor C. V., comunicar no es una bendita manía como usted parafrasea: comunicar es una necesidad humana del animal que vive en la polis o pasa a ser, ya sabe lo que decía el maestro, un jaramago universal.
         Usted ha estado utilizando en su libro como sinónimos palabras que designan realidades muy distintas. Me comunico con el frutero, con mis oyentes en una conferencia, con el pastor que hallo en el campo… y no todo es el mismo comunicar. Hablar en público es harina de un costal, hacerlo en un medio como la radio es otro, otro en la tv.: oiga aún no vi presentadora bisoja de un telediario…, ¿me explicó?
         El cierre del libro me parece original. Se quita de un parpirote, en faena de aliño y en un párrafo, a los conocedores en profundidad de la materia: teóricos, enredadores, semiólogos… A las posibles críticas ya las responde en el epílogo, que es tanto como ponerse la venda antes de que le tiren la piedra: no sé si es prudente, pero sí astuto.
         Lo afirma en la entrevista de Lucas. Todos queremos vender algo, pero ese algo no puede ser humo tras una pantalla. Servidor se cegó con el humo y no percibió que tras este solo había otro poquito más de humo.
         Don Manuel, usted es un personaje en el panorama comunicativo español, si no fuera tal, con todos mis respetos, este libro no se lo publica Plaza ni durmiendo.
         Aviso a lectores españoles: si usted quiere aprender a comunicar no adquiera el libro. Si quiere pasar un rato amable leyendo un libro ligero y correcto sobre el particular, adelante.

3 comentarios:

  1. como contestaba un lugareño al que preguntaba un inglés: ¿que tapazaoo en la boca?

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  2. AL DESPERTARTE NO ES LO MISMO ESCUCHAR LAS NOTICIAS CARGADAS DE MIEDO Y SIN SENTIDO, QUE DISFRUTAR CON LA (Pasion según San Mateo - Bach) ,LO PRIMERO TE CREARA UNA REALIDAD CAOTICA Y LO SEGUNDO CONECTARAS CON LA ESENCIA QUE ERES, PARA FLUIR Y ENCONTRARLE SENTIDO A TU VIDA.
    este paradigma se le olvido tratar a Manuel, sera la proxima revolucion en los medios de comunicacion,¿por que expanden tanto miedo y sufrimiento creando mas de lo mismo en el expectador,desde un poder tan influenciable en la sociedad.

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    1. Ignoro si se trata de un olvido... Servidor no lo echó de menos porque su educación musical es casi nula. Buscaba yo otra cosa y no la hallé en el libro de este caballero. La publicidad y las entrevistas en la radio me equivocaron. Invertí un tiempo que deseaba en otros asuntos... Gracias por su comentario. ¿Música en vez de malas noticias? No es comparable.

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