28 de agosto de 2025

37-DECLARADAS - Dra. Vidales, experta en nutrigenética: «Para cuidar la microbiota toma yogur natural a diario o al menos tres veces a la semana»

 




Hubo un tiempo, cuando dejé de fumar, que sin advertirlo pasé a estar gordo en unos meses. Pasé de mi peso habitual a tener algo así como ocho kilos más… ¡en unos meses, insisto! Tras pasar el verano y meterme en el invierno, al intentar ponerme la ropa vi que no me entraban los pantalones. Pensé que había cogido unos que no eran míos. Sí que lo eran, ¡vaya si lo eran! Desde entonces hasta ahora he ido pasando de estar gordo a ser gordo. No diré que el proceso ha sido traumático, pero sí duro y obsesionante como una peli de miedo. Se prueba de todo, se toma casi de todo, se consulta, se prueban regímenes descabellados y que funcionan un tiempo, pero, al final, los tiestos salen a la botija y la botija, es decir, la genética de mi padre, predomina y él era gordo, como mi abuelo y yo como ellos.

En este largo proceso he leído muchos libros sobre alimentación, regímenes, descubrimientos impresionantes de especialistas, expertos, científicos y curanderos sobre la alimentación, pócimas secretas ancestrales… y aquí sigo gordo y como dice uno de mis gordólogos de cabecera -tengo dos- … ¡más fuerte que el vinagre! ¿De salud? Muy bien. Ahí los triglicéridos dando su batalla, también son herencia, y yo dándola con una pastilla que no gana la guerra, pero mantiene al enemigo a raya.

Tomar yogur natural a diario, tomar una manzana a diario (Martínez-González), no catar las bebidas gaseosas (cocacolas, fantas, etc.) y las bebidas energéticas ni mirarlas. La cerveza es mala, pero el vino tampoco es bueno (algo mejor el tinto, pero solo una copita al día). Los fritos, las patatas, el cerdo, el pan común… todo malo. El pan de espelta, de masa madre, de la madre que lo parió… y caro como él solo… sí, pero poquito. El jamón de pata negra tiene grasa “buena”, puede comerse sin problemas y con medida. El desayuno bulletproof, que yo practico, es maravilloso, pero hay que hacerlo en unas condiciones determinadas: “consulte con su médico”. El ayuno intermitente, según y como, le puede venir bien, pero no siempre: “consulte con el especialista”. La saxenda (Ozempic, Wegovy), la tirzepatida (Mounjaro)… las inyecciones mágicas de los gordos, ahora parece que tienen diversas consecuencias secundarias y lo pueden dejar ciego… (cuestan un pastizal: hasta 354 € cuatro dosis y hay que ponerse una a la semana, ¡una hipoteca!)… Dieta keto, paleo, vegetariana, mediterránea, dukan… Por supuesto, deporte todos los días y dando más de no sé cuántos miles de pasos, que tampoco en esto se ponen de acuerdo: andar ligero y carreritas de vez en cuando… para forzar el gasto de grasa basal. Ojo… y tener un personal trainer (que los hay de ricos, de pobres y para la clase media económica, si es que queda alguno de estos). Los gordos se convierten en realities shows en la tele: unos gordos inconcebibles, verdaderos enfermos que son mostrados en pantalla, como la mujer barbuda de las ferias: se les ve, a los pobres, engullir, se muestran sus flaquezas, sus lágrimas, sus sufrimientos… Eran más humanas las hermanas Colombinas de las ferias de antaño (confieso que llegué a verlas cuando yo era niño).



Antes se decía de algo complejo que “tiene más teclas que un piano” o “tiene más trampas que una casa de chinos”…, pues en algo así se ha convertido una realidad tan simple como comer en el primer mundo, el mundo de los ricos gordos y traumatizados, acomplejados, enfermos, que, además, quieren vivir cien años y hacerlo como les da la gana… Miles de científicos, expertos, especialistas… investigan para generar cifras astronómicas para los laboratorios, tras los que están siempre los mismos, y el gordo, acomplejado, triste, visto como enfermo o como perezoso carente de voluntad…. arrastra sus kilos por su triste vida y en ellos ven esos laboratorios auténticas meriendas de negros… multimillonarias.

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