Los curas italianos pagan un alto precio por confortar a las víctimas del coronavirus: 96 fallecidos.
Han sido contagiados
durante la pandemia, tras consolar a familiares y pacientes en hospitales y
residencias.
En primera fila se ve
que hay más tropa además de la sanitaria, pero en esto, como en la vida, y
con los ríos, unos se cuelgan las medallas y otros… Ya aprendimos: “el
Sil aporta el agua y el Miño lleva la fama”, que decían los apuntes.
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