23 de septiembre de 2018

331-CHARLIE-SALIDA: MENTIROSOS COMPULSIVOS E IRREDUCTIBLES.



Querido charlie:


¿Cuánto de lo que vivimos nace, parte, se proyecta desde mentiras, es sembrado, anida, crece, se desarrolla y vuela entre más y más mentiras, y en mentiras cuaja…? ¡¡No digo de errores, malentendidos, tergiversaciones… digo mentiras, tal cual!! Realidades expresadas, creadas con voluntad para confundir al otro, para engañarlo, para dañarlo, para beneficiarse en algún sentido de aquello que expresa: “Los burros vuelan”, y me embolso dinero, éxito, fama, aumenta mi ego, se inflama mi vanidad…, escalo puestos, hundo y ahogo al otro, al próximo…, al débil, al pobre, al desvalido.

Las lecturas, las reflexiones tras ellas, motivan que, como quien coge cerezas del frutero, unas ideas salgan con otras, a veces, con sabores dispares, con distintas maduraciones y coloridos.

A estas alturas de la noticia, es obvio que el presidente de España, hoy, cuando era un mero doctorando, por motivos que no me alcanzan, fue aupado, ayudado, bautizado por un padrino que puso un pilón de cartón, con agua sucia y un cura disfrazado para el caso y que tal no era… para hacer doctor a Pedrín. La tesis no la escribió Sánchez, la defensa supongo que la haría él, el tribunal ad hoc (esto es normal en estos eventos) le fue suave, benéfico y abnegado, y el doctorando superó la prueba con el brillo que pagó su padrino; se fue a comer con los miembros del tribunal (espero que abonara, como es costumbre, él el almuerzo, ¿o lo hizo también su padrinete a costa de las costillas de los españoles? No lo sé. Con su pan se lo sopen). El daño está hecho… y el melón abierto: ¿cuántos doctores lo son usando los medios del doctor Sánchez? ¿Cuántos profesores en la Universidad lo son por la endogamia, el amiguismo, el nepotismo de un sistema que todos conocemos y que nadie cambia? Es evidente, insisto, evidente…: innegable, fehaciente, incontrovertible, indudable, irrefutable… que es así, pero se niega, se impugna, se desmiente, se rechaza, se rebate… los evidente. La mentira se revuelve por mor del capricho para aventar y evaporar la verdad, y aquella verdad que Cervantes nos decía que flotaba como aceite sobre el agua… se enturbia, se dispersa, se oscurece y pareciera que pierda esa fuerza de evidencia tenía y la trocan en postverdad, en opinión, de “mi verdad”… Aún recuerdo de mi infancia el cuento de Pedro y el lobo. El doctor Sánchez lo ignora.

Leo en Revista de libros un artículo de Jorge Mínguez, sobre una obra de Derek Parfit, On What Matter, y todo esto se entrelaza como las cerezas, y abruma. Recuerda Mínguez que Hume defendía que «la razón no es ni puede ser más que la esclava de las pasiones, siendo su única función servirlas y obedecerlas», y añade Mínguez “No puede considerarse irracional, continúa Hume, «a quien desea su propia ruina o la destrucción del mundo». Cuando alguien dice que tiene una razón para hacer algo y que, por tanto, debe hacerlo, está disfrazando con lenguaje normativo lo que, en realidad, no es sino la expresión de un deseo. Las razones son, según esta teoría, deseos encubiertos; y la racionalidad práctica, una quimera”. Perdona charlie, perdón si algún otro lee esto, que afirme, sin ser yo no más que un filósofo errabundo, que para el doctor Sánchez es santo y seña de su pensar el famosísimo dicho de mi barrio, muchos filósofos de mi calle lo repiten, y que no es otro “Que yo hago lo que me sale de los cojones”, ¡y es lo que hay! Y añade: “Y aluengo de menda, el deluvio”…, porque en esta España nuestra siempre escampa sin que pase nada.

¿Acaso no vemos lo que sucede con algunos catalanes en Cataluña? ¿No lo están diciendo gentes leídas, gentes prudentes? En vez de preguntarnos ¿qué va a pasar?, debiéramos decirnos: ¿Qué vamos a hacer? ¿Somos, tal vez, nosotros romos, necios, imbéciles, memos…? Espero que no todos y, sin embargo, como tales nos están tratando el doctor Sánchez y Torra y sus corifeos, sus padrinos, sus matachines, sus voceras, sus matasietes, sus valentones… ¿Y, oiga,… y nosotros qué?

Lo que ocurre es grave. Medios y contrapesos hay en el Estado y en ellos confío. La mentira no tiene arreglo, pero el desvío provocado por nuestros políticos es violento, falso, fratricida, nihilista… Dice Mínguez que, en esta competición de la mentira y la necedad, solo los más fuertes salen adelante. Solo los violentos, los inmorales, quienes no tienen escrúpulos, ni reglas más allá de sus caprichos… pueden vencer en esta selva de deseo, mentira y mierda…, sin perdón, pero a algunos, para ponernos de rodillas, habrá que partirnos las piernas.

Tucho Castelo.

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