28 de abril de 2011

(Charlie-salida-02) ¡¡Vendo libros!! ¡¡Déjese querer!!

    Querido charlie:

    Lo sé, pero te lo he repetido mil veces. Cada uno tiene sus limitaciones. Tú no sabes ir a las librerías a mirar. Lo ignoraste siempre. Ir de librerías no comporta comprar. Basta. Se cumple con mirar. Y tú no sabes hacerlo. Me lo ha dicho mi librera: “Cada vez que viene…”. Para qué seguir. Eres como un niño pequeño que no tiene arreglo.
    Empiezo a pensar que tienes un comprar libros compulsivo. De locos. Olvídate.

 * * *
    Mi amiga, la que no lee mi blog me escribe y me confiesa: Supongo que a los perezosos no nos gusta que se nos líe, y menos aún con lecturas poco ágiles. Dado que no me entreno escribiendo, pues cuanto más sencillas y breves las frases, mejor que mejor. Me recuerda a un jefe que yo tenía: no le des a nadie un texto de más de cinco renglones, porque, en general, se agotan. Mi jefe y mi amiga tienen razón, charlie. Nada de complejidades. Punto y seguido y ● y seguido y sujeto verbo y predicado. Oraciones simples. Ni coordinadas ni subordinadas. Como mucho eso, punto y seguido. Punto. Es decir: ●

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Miguel Torga


    Me escribe mi primo de Córdoba tras ver en el blog que vendo mis libros. Sí da cierta sensación de poca grandeza, me explico, el autor teniendo que vender sus propios libros. Eso es totalmente contrario al lema "si es bueno se vende solo". Siempre da más prestigio, aunque sea una tontería, que tu empresa "la venda otro". Yo a lo más, pondría las obras y un punto de venta donde puedan encontrarse, por ejemplo: "de venta en su librería habitual" "stock en Librería XXXX". Ya es otro el que te lo vende. Don Quijote sale al camino. Rocinante vuelve al camino, escribió Dos Passos. Mi empeño está en que la gente se divierta leyendo, que las personas seas más y mejores personas… leyendo y para eso escribo libros, porque amo a las personas. Escribir es un modo de darse, ¿me explico? Pero ya ves…, como el abuelito don Alonso, me empeño en dar de comer al sediento y de beber al hambriento.
    Vamos a darle la vuelta a tu argumento. Si se serán malos sus libros que los tiene que vender otro… ¿Has leído a Miguel Torga? Este era un tipo muy semejante a Delibes, me lo recordaba. Portugués, cazador, médico, escritor. Él siempre se editó y vendió sus libros. Algo de todo esto contaba en su Diario (1932-1987). Si no lo leíste no pasa nada. A estas alturas no hay autores imprescindibles, me temo.
    Otros detalles se me ocurren. Primero, si no lo pruebas no sabes si es bueno o no, salvo que te lo diga alguien que te lo aconseje y te conozca (puede fallar). Segundo, los consejos que me dan quienes leen libros son a veces confusos; a muchos críticos no los entiendo desde hace tiempo: nadie termina diciendo si merece la pena embarcarse o no en la lectura del libro (¿cómo le digo a alguien que me he leído trescientas páginas de basura…? Complejo); si no es especialista me dicen que me “ha cogido su lectura”, por ejemplo… Complejas vaguedades.
    Hago el propósito de ahora en adelante de decir si me mereció la pena la lectura del libro que tengo entre manos o que he terminado de leer.

* * *

    Hoy celebran en mi pueblo el día del libro… Pero como tampoco sé yo ir a mirar… Me voy de nuevo a jugar con mi amigo. ¡A ver!

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