19 de marzo de 2022

ALCALÁ VENCESLADA-12

 Braojos, A., Parias Sainz de Rozas, M., Álvarez, L., Historia de Sevilla. La Sevilla del siglo XX (1868-1950)

El libro que hoy comento es una obra que trata con detalle todos aquellos aspectos relevantes para quienes deseen conocer, en general, la circunstancia en que se mueve la Sevilla de finales del siglo XIX y de comienzos del XX.

La imagen que los autores transmiten de esta ciudad es…, para mí, que nunca había leído nada sobre ella, desconcertante.

Desde el punto de vista urbanístico Sevilla se ve encerrada por las murallas que ya carecen del sentido defensivo que tuvieron en su momento, pero que la circunscriben y limitan, pero no solo son esas murallas las que limitan la expansión ordenada y correcta de la ciudad, sino que también el río Guadalquivir coopera al caos urbanístico con sus crecidas, sus riadas, etc., además de ser foco de enfermedades que diezman la población. Las aguas fecales, los pozos, el agua para beber, etc. se mezclan y hacen que la ciudad sea insalubre y tenga un crecimiento vegetativo limitado por la gran mortandad y los pocos nacimientos. Es cierto que el río es la puerta de entrada de muchos bienes en la ciudad, pero no se logra tener un plan general y adecuado para toda ella y habrá que esperar a la Exposición Iberoamericana, ya a finales de la segunda década, para ver una ciudad que se ha hermoseado, se ha abierto, con sus parques, avenidas, mejoras urbanísticas…



Económicamente Sevilla no levanta tampoco cabeza, pues los grandes proyectos de la ciudad: tren, agua, electricidad, transporte… están en manos de capital ajeno a la ciudad e incluso allende los Pirineos. Capital francés, alemán, inglés… Capital catalán, malagueño… Las grandes familias aristocráticas sevillanas siguen con sus grandes extensiones de terrenos y a ellas las imitan la alta burguesía que quiere vivir como esa aristocracia. Habrá también que esperar que entre el siglo XX para ver cambios también en este sentido económico.

Socialmente, Sevilla, entiendo, no es una excepción en el conjunto nacional. La estructura social está descompensada, pues no existe una clase media que vertebre la ciudad. Frente a los grandes capitales con grandes edificios, magníficas fincas, etc. hallamos una inmensa porción de la sociedad sevillana que vive en la miseria, que pordiosea, que es inculta (casa un 60% de la población es analfabeta), hallamos más tabernas que escuelas, insisto en que era una ciudad insalubre (hubo quien la comparó por su mortandad en algunos momentos a la India). Los pobres malviven hacinados en chabolas o corralas de mala muerte, sin que se solucione el problema de la vivienda.

Es Sevilla un centro cultural, como en otras ciudades españolas y en esto no creo que se diferencie tampoco, como en lo social, con respecto al resto de ciudades. Hay una clase escasa y culta que será el motor de los movimientos culturales de la ciudad: revistas, teatros, centros de tertulias, el Ateneo, grupos que buscan la reivindicación de lo andaluz (unos tras Blas Infante que pretenden entrar en la política y otros, menos cohesionado, que ven en lo andaluz un modo particular de lo español, sin pretensiones políticas: unos y otros tendrán el mismo éxito: ¡ninguno!). Las reivindicaciones las mueven los dos partidos del turno de la Restauración y en Sevilla los liberales están acaudillados, durante muchos años, por Pedro Rodríguez de la Borbolla (de quien se habla muy bien en el libro: por sus iniciativas, su estilo sobrio de vida, su búsqueda de lo mejor… ¡Partidista como no podía ser de otro modo, pero…!).

Considero que con la lectura de esta obra me he hecho una idea bastante aproximada de la ciudad, del “ambiente sevillano” que se encuentra Alcalá Venceslada, cuando tras terminar sus dos primeros cursos universitarios en Granada, se traslada a Sevilla para acabar su carrera de Filosofía y Letras, en la especialidad, de Historia, y continuar con sus estudios de Derecho. En Sevilla será donde, entiendo, se encontrará con personas que orientarán muchos de sus pensamientos estéticos (Felipe Cortines Murube, su gran amigo), su orientación andalucista (además del citado Cortines Murube, sus amigos del Ateneo y don Francisco Rodríguez Marín). Será este último quien oriente al joven estudiante ya licenciado hacia el estudio y preparación de sus oposiciones a Bibliotecas, archivos y museos…, pero eso ya vendrá andando el tiempo. De momento estamos en Sevilla a comienzos de siglo, Sevilla 1904.



17 de marzo de 2022

460- D’Ors, Miguel, VIAJE DE INVIERNO

 



Ayer a media tarde abrí un hueco en esta que llaman calima, que es un velo rojizo que envuelve la realidad…, y en las lecturas sobre mi abuelo, y en mis trabajos y me decidí a darme el capricho de leerme del tirón el último libro de migueld’ors, perdona que así lo escriba, Miguel, porque tú para mí y quienes de ti hablamos, y te queremos y apreciamos, eres tal cual, migueld’ors… ¡a ver! Y he disfrutado lo indecible… leyendo esta obra que la pensé de este año, pero trae fecha del pasado: Viaje de invierno…, pero antes de dar inicio a este viaje quiero contar una anécdota muy vieja… Migueld’ors, tú no la recordarás, pero sí el protagonista de ella.

Era un curso de 3º de BUP y decidimos, siempre fui muy de llevar a mis alumnos con los ojos abiertos a donde todos quisiéramos ir, siempre que fuera para crecer, mejorar y ganar tiempo en el esfuerzo arduo de la vida. Les propuse leer y comentar tu Curso superior de ignorancia y los chavales lo admitieron. Era el comienzo del tercer trimestre de aquel curso. Leímos el libro y nos repartimos los poemas para que cada chico leyera y comentara uno de ellos… Yo, que abría cordada, los leí todos, todos los anoté… Te invité a que vinieras a Jaén y lo hiciste desde Granada en una Vanette. Fuimos a clase.  Tras hablar tú del libro, ellos, los alumnos, esos protagonistas de mi oficio, entablaron un diálogo contigo y un chico, buen estudiante, ahora fiscal jefe de una importante provincia de España, te preguntó que si todos tus poemas nacían de momentos de tristeza. Le dijiste que no habías caído en esa cuenta, pero que, no obstante, si el libro tenía X poemas, no demasiados, recuerdo -y ahora no tengo el libro a mano-, había merecido la pena vivir… porque habían sido pocos esos momentos de pena, de decaimiento… por ser pocos los poemas y tanta la alegría vivida…


Este Viaje de invierno viene, en parte, a repetir la situación: confirma la pregunta y aquella respuesta. Es cierto que hay en este Viaje un tono general de melancolía, de nostálgica remembranza, de hondo sentir por lo pasado, donde no se alcanzó, siempre y en todo, una vida lograda, te parece hoy y deja en tu memoria un sentimiento taciturno, de éxito parcial con agridulces resultados. Aquella cima de la vida, vista desde la reválida de cuarto, parecía diáfana, un ascenso rectilíneo, mas… ¡qué de vueltas y revueltas de molestias y dolores, de alegrías e inviernos, con sus veranos y sus versos y sus otoños y alegrías! ¿¡Quién te iba a decir al terminar cuarto!? Como a mí, como al otro… Supongo que no “como a todos”, pero sí a aquellos que de puntillas hemos mirado lo que nos venía de cara, que hemos contemplado aventureros otras jugadas, otras posibilidades… y hemos hecho examen de lo hecho, de lo ocurrido, de lo sucedido…, lo emprendido. “No vuelvo a tropezar ahí”. Aquello que fue tan arduo, tan valioso, la oposición (el otro día por casualidad di con un BOE de la tuya, buscando a Jacobo Cortines Torres, y donde hallé muchos conocidos… ¿tienes, migueld’ors ese boletín? Cocha Argente, Díez de Revenga, Cacho Blecua, Guillermo Carnero… Orden Ministerial de 2 de julio de 1977, Boletín Oficial del Estado de 18 de octubre). “Si me licencio, si me caso, si apruebo la oposición…” y, sin embargo, otro pico y otro y una loma más, y otra cresta al fondo… y así tras el tiempo, varias veces lo dices, llegando tarde, tú y ese otro que yo soy… Me identifico con mucho de lo que sientes, de lo que piensas, de lo que vives, de lo escrito, aunque mis perras no se llaman Ory -como los poetas- y son dos, Noé y Ussi.

Es hermoso pienso que te reconcilies no sé si con todo o con casi todo lo vivido… hasta comprender que los años y la enfermedad y lo que nos ocurre, como escribía Felipe II, hacen su oficio: ¡Qué remedio! Si que es cierto que, sin darnos cuenta casi: nosotros que creíamos ser los mismos, los de entonces, ya no lo somos (Heráclito, Neruda). Nacen los poemas de la memoria trenzada del presente del autor, hodie et nunc, con un ayer efímero pasado y acabado… pretérito pluscuamperfecto… El futuro siempre es lábil, feble, imperfecto… borroso e inseguro de suyo.

Le dije a mi vecina, que le dejaría el libro y lo disfrutaría. Me adelanté a los acontecimientos, me temo. Creo que hay demasiados guiños literarios (Manrique, los novísimos, Cicerón, los encabalgamientos mediales léxicos, Bécquer y su suspirillo, los sonetos agazapados sin blancos, Lope…), las ironías, las paradojas… y algo que no recordaba en la poesía de migueld’ors: lo he leído y visto en otros poetas, lo que llaman o creo que se llama manierismo, enséñame migueld’ors, que obra de misericordia es hacerlo con quien ignora: la llave del poema está al final de este, ahí está el giro que cierra, la clave que soporta el arco.

Le dije a Pilar, mi mujer, que efectivamente sentía profundamente, que me duele, que un excelente poeta como es d’Ors no deje esos versos que queden en el recuerdo de las gentes, que solo “Fracasar es la única forma de ser decente”: no lo sé. ¡Ocurre con tantos oficios y con tantas personas buenas! Lo que nadie dijo, y tengo buena memoria, al repartir las cartas de la vida es que esta fuera justa. Te he oído decir y te le he leído que la poesía tras el 27 no es lo que fue antaño. Mi vecina no lee versos, ni mis amigos, ni mis alumnos los leían… alguno había que creía escribirlos y más vale olvidarse del siniestro… Cuando comento aquí una obra poética, los lectores se tapan la nariz y huyen del blog… por defecto. Se ve que uno no es único en esta vida y “Fracasar…”.

También escribí yo aquí una entrada a mis botas ya finadas tras mucho buen servir; y a mis perros. Me ha extrañado que no supieras del herrerillo, tan común por aquí abajo. Bien es cierto que no sabía yo del liquidambar formosana…, conocía la planta, la había visto, pero ignoraba su nombre… Ves, ¿aún nos queda tiempo para seguir en la brecha…? Quizá tumbemos este invierno entre nubes y lluvias, quizá queden hermosos días que nos alleguen a la primavera… ¡seguro!

El autor da las gracias a muchos, entre quienes me siento concernido, y yo se las devuelvo porque “Es de bien nacidos…”. Muchas gracias, caballero; muchas gracias, don Miguel.


13 de marzo de 2022

ALCALÁ VENCESLADA-11

 

Urigüen, Begoña, Orígenes y evolución de la derecha española: el neocatolicismo

La lectura de este largo y detallado estudio del tema que su título indica, en mi caso, no tiene más interés que hallar en medio de este supuesto galimatías, que la autora deshace con facilidad, claridad y pruebas sobradas y documentadas, la figura de Orti y Lara, motivo de varias entradas previas en este blog, y el origen de un pensamiento conservador concreto en España.

Ciertamente todo esto, digamos, me coge muy a trasmano de lo que algunos podrían entender es el núcleo de mi estudio sobre la vida y parte de la obra de Alcalá Venceslada. No lo pienso yo así o, al menos, no me incomoda alargarme a la lectura de obras que ciertamente no están en el meollo de mi trabajo. Mi idea es que el estudio que intento debe incluir un apartado que señale el pensamiento de Alcalá. Por circunstancia vitales de este, entiendo que hay una línea ideológica familiar que nos lleva a un pensamiento, en general, conservador, llámese también en sentido genérico, de derechas -hoy carente, creo, de verdadero significado-. Alguien podría aducir que apellidarse Alcalá o ser pariente de Orti y Lara no lo condicionaba absolutamente, pues sería un sociologismo falaz, su pensamiento político o su actitud ideológica. Incluso se podrían aportar datos familiares, ciertamente más lejanos, de familiares conocidos a nivel andaluz que defendieron posturas liberales y que llegaron a ser, con el paso de alguna generación, socialistas conocidos a nivel de toda Andalucía. Considero, sin embargo, que en su caso se puede filiar un determinado pensamiento, una cultura, unas actitudes, una formación.

Dicho esto, digamos que para la autora: no cabe duda de que el neocatolicismo es el precedente del fututo integrismo y que halló en la postrera década del reinado isabelino (1857-1868) los acontecimientos y circunstancias en los que el neísmo llegó a perfilar su figura de manera más acabada. Para la autora es muy importante desde el principio de su obra dejar bien claro que sus estudios le llevan con claridad a demostrar que el grupo de los neocatólicos no se deben confundir con los carlistas; aunque hubiera miembros de esta ideología en el grupo neocatólico, pero estos proceden de una escisión del grupo moderado y terminarán siendo integristas. Sin duda la clave que soporta todo este complejo arco es Cándido Nocedal. Personaje de nuestra historia no solo política, a quien dedica muchas páginas siguiendo sus pasos vitales, sus escritos, sus conciliábulos político-periodísticos, sus acuerdos con otros personajes de la política del momento, etc. Escribe Juan Valera de Nocedal: “Lo cierto es que el señor Nocedal había llegado poco a poco, cuando vino a ser ministro de Narváez a tal situación de espíritu que tenemos que calificarle de lo que entonces se llamaba neo-católico. No nos atrevemos a decir si estaban ya claros y distintos en su mente los fundamentos de su nueva política reaccionaria; pero distintos o confusos, estos fundamentos eran los mismos que Donoso Cortés había tomado de Bonald y de Maistre divulgándolos en España”. Como se ve para los coetáneos atentos seguidores de la política, eran evidentes los orígenes ideológicos y el camino recorrido por quien fuera, en muchos sentidos, cabeza de la corriente. Para la autora, en sus conclusiones, queda claro que “En cuanto a los neos o el neo-catolicismo creemos haber aclarado la nebulosa con que ha venido envuelto este término incluso ante muchos contemporáneos. No se trata meramente del reflejo político del catolicismo ultramontano, sino que es un grupo político concreto, procedente del partido moderado, nutrido de políticos jóvenes y desconocidos, con un buen componente de aristocracia predominantemente del siglo XVIII, en el que parece descubrirse una especial presencia de miembros de la Compañía de Jesús”.

No se deben confundir a los neo-católicos con los seguidores de Balmes, para quienes buscan la unidad de todas las tendencias políticas bajo una única legitimidad dinástica. Más adelante se tratará de la unión de todos los católicos para la defensa de la religión al margen de sus ideas políticas; y como grupo nunca pensaron en el Poder y siempre pretendieron separar la política de la religión; “en este sentido son los más puros desde el punto de vista religioso y de servicio a la Iglesia”.



Los neocatólicos nacen bajo el amparo ideológico de Donoso y como reacción temerosa que cree en la inexorable correlación entre la revolución liberal y la revolución social. El cauce político será el Gobierno de Bravo Murillo en el que los hombres de Donoso, como Gabino Tejado, Nocedal y Navarro Villoslada ocupan cargos en el Ministerio de Gobernación. Ciertamente, entre los neocatólicos, que se pensaban la quintaesencia del espíritu católico, y donde de todo había, muchos pensaron que era un medio, aliados con elementos eclesiásticos, para acceder al Poder y, sin embargo, por ejemplo, el hijo de Nocedal, Ramón, seguidor del pensamiento de su padre se “dedicó a la tarea específica de crear opinión católica por medio del periodismo”, y alejado del interés político y ese Poder con mayúscula.

Es esencial para la autora dejar negro sobre blanco, para comprender los procesos de constitución y consecuencia de los distintos movimientos “La distinción entre carlismo, tradicionalismo donosiano o neísmo y catolicismo liberal”. Para la autora es importante recalcar que “La fusión de los tradicionalistas con los carlistas fue tan total que no sólo aquéllos pasaron a ser los hombres de confianza del nuevo Pretendiente, Carlos VII, sino que el nombre mismo de Tradicionalismo pasó a ser patrimonio del carlismo cuando los tradicionalistas donosianos, futuros integristas, abandonaron la legitimidad carlista”.


Dedica la autora muchas páginas a un estudio de la prensa de las derechas y sus rivalidades entre sí: “La Esperanza, el Pensamiento Español y en buena parte La Regeneración figuraron siempre entre los periódicos más vendido de España”. Generalmente las disputas entre estas cabeceras, sus directores y sus redactores tenían que ver con asuntos de cuestiones doctrinales y casi siempre político-teológicas.

Obra larga, de fácil lectura, con comentarios opinables, como en toda investigación: cada uno hace lo que quiere con la suya, y quien esté libre de ellos… Me ha parecido un libro agradable, aunque ciertamente mis pesquisas no iban al detalle de cuanto en él se explicaba, sino que, más bien, iban camino de otros derroteros más generales.

7 de marzo de 2022

ALCALÁ VENCESLADA-10

Isern, Damián: Orti y Lara y su época: estudio sociológico-necrológico

Con un estilo no tanto barroco como ampuloso y fuera de nuestros días por recargado y con un dinamismo lentísimo, con circunloquios que abusan de la paciencia del lector, el autor, digamos, no da puntada sin hilo. Debe saber el lector, y el autor no lo oculta, que Orti y Lara y él no se llevaban bien y no solo eso, sino que en más de una oportunidad opusieron sus argumentos, opiniones y perspectivas sobre la realidad… Sin embargo, Isern escribe esta biografía y necrológica de Orti y Lara por encargo de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, lo que se me antoja, siendo parte, una responsabilidad injusta: debatir con el adversario intelectual, muerto este… no es ético. Escribe Isern: “Indudablemente, el fin que se propuso esta Real Academia con la redacción y publicación de las vidas de sus individuos muertos fué engendrar en los que las leyesen deseos y celo de imitar las acciones virtuosas, lo cual ha de entenderse, en este caso, por deseos y celo de encaminar siempre el entendimiento á la posesión de la verdad, y la voluntad á la del bien, despertando en los vivos, con el ejemplo de los muertos”. Poco afán pondrá el lector de este estudio cuando desde el principio Isern no deja de ridiculizar y violentar al biografiado, supuesto modelo, que es puesto en ridículo, estando muerto: la circunstancia, insisto, es propia de un impío. No está mal debatir con un oponente vivo, hacerlo con viveza o incluso crudeza, pero no con un muerto con quien en vida tuvimos nuestras disputas. No está mal que Tomás de Aquino debata con san Agustín… nueve siglos más tarde tras la muerte de este… Escribo lo que hay y opino sobre el hecho y el motivo de esta biografía y no puedo por menos que preguntarme: ¿cómo y por qué la Academia de Ciencias Morales y Políticas da este quehacer a quien fuera rival intelectual? ¿Cómo ponemos a cuidar del gallinero a la zorra, con ser esto menos lesivo y grave?

Damián Isern

Cierto es afirma Isern que el talante polémico y agresivo de Orti se debe a los tiempos en que le tocó vivir, lo que no sé si se justifica tanto como su amor por la verdad que sería más digno y menos falso desde el punto de vista sociológico y determinista fatal, que él aplica.

Bien poco de admirable podrá el lector hallar de Orti en el escrito de Isern, pues no hay por dónde cogerlo: “Se ha hecho al Sr. Orti y Lara el cargo fundadísimo de que sus obras, sobre todo las didácticas, carecen de verdadera originalidad”, es decir: era un plagiador (“Lo que no es tradición es plagio”, que dijo d’Ors); continúa Isern “De hecho Orti y Lara fué siempre un expositor, un discípulo fiel, un vulgarizador de Santo Tomás, y Balmes”, por tanto Orti no es un pensador con ideas propias, sino el eco vulgar de otras voces… Incluso cuando Isern alaba a Orti, tras su pomposa prosa, se pueden hallar ocultos alfileres, puñalitos, etc.

Concluyo por no cansar al lector de mi blog… Me temo con Donoso que tras toda este elegante e impío escrito lata un debate no tanto ético y político como religioso. Mucho de cuanto leo en Isern, ¡y lo leo de cabo a rabo!, me sirve por sus afirmaciones a contrario sensu, porque de este modo es posible que encuentre virtudes en Orti y verdades en el escrito de Isern que este intentó seguir debatiendo con un muerto… ¡Lástima que algunos de los muertos que algunos matan sigan con tan buena salud!

Juan Manuel Orti y Lara


6 de marzo de 2022

390-CHARLIE-SALIDA- UCRANIA PUNTO CERO.

 


Hace doce días, unas horas antes de que sucediera, anuncié que Putin invadiría Ucrania. No me equivoqué por desgracia. No tenía más información que el conocimiento de mi calle. Putin es un hombre malo, una mala persona… como tantas con quienes nos cruzamos a diario. La diferencia entre estas y Putin estriba en que él es muy poderoso: nada se interpone entre sus deseos y sus obras, entre lo que quiere y lo que hace: nada se lo impide, nada le incomoda y si lo hace lo barre. Carece de escrúpulos: es un tipo que acalló su conciencia. Ignora lo que es el mal o el bien. Eso lo decide él desde su personal perspectiva en su mundo carente de límites. Ninguna ética, ninguna moral distinta a la dictada por él para él mismo le guía.

Ucrania está dos calles más arriba de donde vivo. Lo que estamos viendo en periódicos, vídeos, en la televisión no es un juego de ordenador, ni una película. Es la realidad. Cuando escribía hace doce días, unas horas antes de que sucediera… millones de personas aún estaban, como usted y como yo, en su universo de realidades vitales minúsculas, insignificantes, cotidianas: la cita con el dentista, los problemas de la niña en el cole, los kilos de más que tenían y le atormentaban, la fecha del parto inminente, si usar este dentífrico o aquel, si comprarse unos zapatos nuevos en las quintas rebajas, la molestia de las mascarillas… y de pronto todo se ha esfumado. No es un juego de ordenador, ni una película… no es una invención, no es literatura, así, de pronto, súbitamente, en unas horas… sus vidas, las vidas de MILLONES DE PERSONAS se han volatilizado, han cambiado, ya no se acuerdan de los kilos de más, ni de la corbata nueva, ni del libro que leían con tanto afán, ni del coche magnífico que deseaban comprar, su bebé está ya en un mundo tan distintos como incomprensible hoy… NOS HA ESTALLADO LA GUERRA en el barrio, en la puerta de casa. El vecino, el tipo rubio de mirar helado, el gachón del tercero o del cuarto, no sé: ese que tantas veces vimos, ese con quien nos cruzábamos en las escaleras del telediario, que parecía normal, y con quien coincidíamos en la radio de la panadería, ese quídam de quien habíamos oído hablar en la barbería, un tipejo de aspecto vulgar, ordinario, corriente, de pronto…, ese que se apellida PUTIN, ha organizado la mundial. Lo ha hecho de forma caprichosa. Él encarna al asesino que tiró a su mujer por la ventana, el que ahogó a sus dos hijos, es quien atracó a la vieja vecina del bajo, el mismito que mentía sin inmutarse, ese que sin decirlo obraba a sabiendas de que él y solo él es lo primero y más importante de cuanto imaginar se pueda. Es la mujer que envenenó a su esposo poquito a poco, la chica esa que dejó a su bebé recién parido envuelto en una bolsa de plástico. El niñato del cuchillo que cercenó la vida de otro de la calle que no le caía bien y que lo había mirado mal, según dijo… Es el tendero que nos engaña en el peso o en los precios o en la calidad. Es ese que no miente del todo ni dice nunca la verdad, ese que vive en las medias mentiras y las verdades improbables. Aquel que dice que las mentiras piadosas sirven para andar más firme y estable por el mundo, aquel que está seguro de que la mentira se puede decir si es pequeña, si pesa poco… Aquel que afirma que los judíos tienen la culpa de todo y por eso organiza un horno para millones de ellos. Ese vecinete rubiejo del tercero o del cuarto, que nunca estoy seguro de cuál es su piso, ese que dice okupar el piso de enfrente porque allí viven vecinos que son unos nazis o unos tíos que no le caen bien, y como él es muy muy poderoso, y todo le importa un pito, derriba la puerta y se hace con el piso entero, por sus pistolas, con chulería, caiga quien caiga, muera quien muera… ¿Qué le importa a él que sean miles o millones? Él va derechito a lo suyo, movido por su egoísmo, por su poder por su capricho…

Y mi calle no es ya como hace doce días. Mi calle ha cambiado. Usted y yo en este mundo global, nosotros, los de ayer, ya no somos los mismos. Carece de interés la cita del dentista, la molestia de la espalda y los versos de un libro tan amable que hace unos días leía… Nada de todo ello hoy importa. En menos de cinco horas, si esto desemboca en una guerra atómica, y puede ocurrir, insisto: EN MENOS DE CINCO HORAS… podemos morir, usted y yo, sin poder evitarlo, ni poder hacer nada… MÁS DE NOVENTA MILLONES DE PERSONAS. Pueden morir más de noventa millones de personas en menos de cinco horas.

Ahora, cuando no parece no existir el covid, cuando la pandemia fue un resfriado con millones de muertos en todo el mundo: papá, la abuelita, el tito y la vecina, ahora, justo ahora cuando estábamos empezando a mirar el mundo sin mascarillas ni gafas empañadas, ahora: el malvado vecino del tercero o el cuarto, que no lo sé, organiza la mundial… otra GUERRA MUNDIAL.

No, que no está loco, ni viene de tomar copas ni cañas… es un tío malo… una mala persona, peor que el tío del saco, peor que el sacamantecas… otro iluminado y arrastrado por el MAL y el MALIGNO.

Es hoy, ahora, en este momento irrepetible e irrenunciable, y no pretendo ser catastrofista, ahora es el momento de nuestra vida para hacer un examen profundo del mal, del mal que hacemos, cada uno, con esa mentirijilla piadosa, con la comprensión y justificación de ese mal que hace el vecino, el amigo, ese que disculpamos porque en realidad… Es el momento de comprender que estamos en manos de otro, en manos de un vecino del tercero o del cuarto, sepa Dios, que se apellida PUTIN, ese hombre gris, ese ser insignificante que tiene en sus manos el poder de demoler el mundo, nuestro mundo. Y siento unas irrefrenables ganas de vomitar, y no es por miedo.