Leyendo sobre la
época de juventud de Alcalá Venceslada, leo un libro donde se hace una defensa
sin fisuras del krausismo. Nihil novum sub sole… Y me cruzo con un texto
de su autora que pone luces en un suceso que me parece iluminador:
El proyecto de la Junta para la
Ampliación de Estudios.
Una buena parte de esa fuerza se va a
canalizar a través de un organismo nacido en 1907: la Junta para la Ampliación
de Estudios e Investigaciones Científicas. Es un intento, el más definido, por
coordinar y agrupar hombres, trabajos e iniciativas dispersas. La Junta,
contemplada como institución autónoma, comenzará su andadura regida por un
consejo de veintiún miembros, presididos por don Santiago Ramón y Cajal y
en el que José Castillejo -vínculo directo con la Institución Libre- será el
experto administrador. Pronto se dejará sentir el impacto de la Junta
en la vida universitaria, concebida en su más amplio sentido. Centros de
investigación, institutos, laboratorios, pensiones en el extranjero, centros de
estudios históricos. [La cursiva y la negrita es mía]
Debo muchos buenos ratos y
aprendizajes a la poesía de Antonio Machado, muchas visiones y perspectivas de
la vida y de la belleza, y le doy las gracias, como pide en su “Retrato”: me sé
deudor insolvente; esto no quita… Amicus Plato, sed magis amica veritas.
La extendida idea de la liberalidad y
la santidad laica de los institucionistas se cruzó muchas veces en mi camino no
sin muchas dudas: “Soy, en el buen sentido de la palabra, bueno”, dijo el mismo
poeta, alumno de la Institución en el mismo poema. Alguna vez comenté algo al
respecto en este blog sobre esta idea, porque nihil novum sub sole…
Leído el texto citado arriba, su autora añade en una nota final que aclara:
Las pensiones para cursar estudios en
el extranjero, acometidas sistemáticamente desde la Junta como medio de
completar la formación científica del universitario, tiene su
antecedente en 1900 bajo el ministerio de García Álix. Ya entonces se dispone
conceder licencias para ampliar conocimientos en universidades y centros
extranjeros”. [La cursiva y la negrita es mía]…
Antonio Machado, que terminó su
bachillerato con 25 años y comienza la carrera en 1915, es decir, 15 años
después, con 40, que se dedica a pedir por carta a los amigos (a Unamuno entre
ellos) que intercedan por él ante sus profesores de la Central para que fueran
benevolentes y poder aprobar… recibe una beca de ampliación de estudios para
universitarios (habría que suponer que brillantes), entiendo porque
Castillejo era un gran administrador e hizo una cacicada muy de la época: Al
amigo el favor, al enemigo la ley. Y aún más: le escribe Machado desde
Baeza a su amigo Miguel de Unamuno en 1913 diciéndole que enviar a jóvenes a
estudiar al extranjero becados es un error… Es decir, aluengo de menda el
deluvio.
Amicus Plato, sed
magis amica veritas. Es lo que hay. La
liberalidad, generosidad, altruismo, santidad laica, justicia… etc. de algunos
de los miembros de ILE está por ver… Solo digo lo que aquí escribo: si deseara
decir algo distinto, como la finca es mía, lo diría.
Cum autem perseverarent
interrogantes eum, erexit se et dixit eis: “Qui sine peccato est vestrum,
primus in illam lapidem mittat”.
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