Ignoro qué supondrá para los demás. Sorolla para mí es pintura, luz, mar, lienzos, pescadores… Luz, sobre todo: luz. Hace no mucho leía a alguien afirmar que Sorolla le infundía ánimo, optimismo. A mí no me llega a tanto, pero sí que es una pintura que no me importa calificar de alegre. Muchas veces he mirado sus cuadros. Recibí clases de arte en COU y en algún curso de la carrera (un monográfico sobre gótico, del que poco recuerdo), pero creo que no llegamos a ver y estudiar nunca la pintura de Sorolla: nadie lo comentó delante de mí.
Estuve en Madrid. Pude
ir al museo de Sorolla y aproveché la oportunidad. Fue un tiempo bien empleado.
Hermosa y agradable la pintura del valenciano. También, su casa; el museo en
que se ha convertido.
Estoy seguro de que el
libro que ahora he leído lo adquirí allí. El librito es algo más que un folleto
extenso, o libro breve, bien cuidado en su edición y en su redacción. Dice lo
esencial de la vida y de la obra de Sorolla… Como dudas, dada mi ignorancia, no
tenía sobre el artista, me ilustra: su orfandad, sus comienzos en Valencia, sus
estudios en Roma, sus viajes a París, sus continuos éxitos en exposiciones aquí
y allí. El reconocimiento casi mundial de su persona y su obra y, una vez más,
de pintura no entiendo, como buen español, es relegado por sus compatriotas a
la segunda o tercera división del arte… ¿por qué? Me pregunto, ¿acaso no fue
reconocido desde un primer momento? ¿No fue galardonado, pagado, valorado…?
¿Qué pasó, qué fue de Sorolla? Lo ignoro… No lo sé. ¿Es posible que sus éxitos
le llevaran a ser acusado de aburguesado y acomodado? Es cierto que le dijeron
que trabajaba más al servicio de sus clientes que al servicio del arte… Tendría
que leer una biografía más extensa y exhaustiva.
Estamos a finales del
XIX y comienzos del XX cuando las vanguardias irrumpen y quieren barrer el
canon. Al Sorolla que visita París más que Monet, Renoir, Degas, Pissarro… le
atraen Sargent, Whistler, Zorn, Krøyer, Casas, Rusiñol…: miro en Internet los
cuadros de estos pintores no españoles cuyos nombres y obras ignoraba… Veo que
en el Museo Thyssen hubo hace años una exposición de Sargent y Sorolla… y leo:
“Sargent y Sorolla tuvieron carreras paralelas y gozaron del reconocimiento
internacional hasta que a mediados del siglo XX fueron olvidados”. Tomás
Llorens, comisario de la muestra Sargent / Sorolla en el Thyssen, pone en
evidencia el olvido que han sufrido ambos pintores y el hecho de que todavía
hoy "muchos españoles se sorprenden cuando se les dice que entre 1900 y
1910 Sorolla gozaba de mayor reconocimiento internacional que Picasso".
Contemplo en la medida que puedo los cuadros de Sargent… Me cautivan, pero me
temo que voy camino de perderme…, como suele ocurrirme en este irrefrenable
afán mío por aprender y saber.
Los comienzos de
Sorolla con su suegro, fotógrafo, y la influencia de la fotografía en sus
cuadros no debe dejar de tenerse en cuenta, leo: en los encuadres y
perspectivas de sus obras. El tratamiento espectacular, maravilloso, para mí, es
el de la luz. Él dirá que la pintura es una celebración sensual del espectáculo
de la luz… Y eso son sus cuadros: juegos de luz, de color, de vida… Una
celebración de la vida que juega con la luz y el color… ¡Admirables sus pinturas
en grandes formatos! Rebusco un poquito en la red y leo: “El político y
escritor francés Henry Rochefort se llena de elogios –‘No conozco pincel que
contenga tanto sol’-“. No tengo claro, no sé exactamente qué implica un estilo
de pincelada ancha, compacta, larga, individualizada, fluida, contenida…, pero
de ellas se habla en la obra que comento.
“No me gusta pintar
retratos si no es al aire libre, no me atraen”, decía Sorolla en 1909 a un
periodista americano. No le gustaría, pero sí que los hizo y los veo y, por lo
leído, le proporcionaron pingües ingresos, aunque sus retratos estaban faltos
de penetración psicológica, dicen. Supongo que los retratos de Galdós, el de
Alfonso XIII, el de Unamuno, entiendo, serán los más conocidos.
Les invito a contemplar
la pintura de Sorolla, seguro que les resulta amable.
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