18 de julio de 2018

323-CHARLIE- SALIDA- A lo señoro vicepresidento, doña Carmen Calvo, tonta de nacimiento.



Querido charlie:

Me encanta cierto barroquismo culterano…, pero nos perdemos. Había escrito un primer párrafo magnífico -con perdón- enlazando citas… Vamos, sin embargo, charlie, a escribir, o intentarlo, sin adornos. Empiezo.

Decía Gidé que “Todo está dicho, pero como nadie escucha es preciso comenzar de nuevo, continuamente”. Es decir: un auténtico coñazo. Algunos, muchos, son tontos de nacimiento; otros sordos, pero quien no aprende nunca es quien no quiere aprender, como es el caso de la vicepresidenta de mi Gobierno (el otro día no sé dónde escribí ministra de cultura), doña Carmen Calvo que es tonta desde que sus padres estaban novios… La verdad es que, con el tiempo, no se cambia: se mejora si se intenta con tenacidad hacia lo mejor, pero esta señora, ya digo, era tonta cuando se encargaba, supuestamente, de cultura y sigue siéndolo con la vicepresidencia.

Dice doña Carmen que ella, con o sin la Real Academia de la Lengua, porque se la pasa por el forro de sus caprichos, va a reescribir en lenguaje “inclusivo” la Constitución y para ello empleará, supongo, a algunos paniaguados de su cuerda para la labor. Eso sí me gusta, ves charlie: esta izquierda nuestra, ¡siempre!, desde que entró en el primer Gobierno de Felipe en España -en Andalucía llevan más de mi media vida-, hacen lo que LES SALE DE SUS CAPRICHOS. Ellos van al trapo rojo de sus neurosis: Franco, contra la libertad de enseñanza, aumentar el gasto, subir los impuestos, el mundo gay… y van derechitos, sin importarles un pito el qué dirán. Ahí tienes, charlie, a mi Carmen Calvo… ¡Que le brota a ella cambiar los géneros en la Constitución del 78!... ¿Que los de la RAE no le ayudan? Se la pela…, charlie. Es lo que hay. Ni votaciones, ni acuerdos, ni conocimientos, ni… ¡que se cambia y marchando!

Mi problema ahora, charlie, que le diría yo a esta señora, es el siguiente. Como ella ignora y tú sabes, yo soy profesor de Lengua desde hace también más de media vida… creo que vamos para el curso 36 dando clases de la materia. Lo que planteo es lo siguiente: si el género no marcado, que es como se llama, doña Carmen, es el masculino y usted dice que nones, es decir: «hay que ir cambiando cosas», pero lo hacemos así, del tirón. Perfecto. Ya me dirá usted qué pinto yo enseñando si algún alumno me dijera que el CD modifica al sujeto o que la puta Celestina escribió la segunda parte de El Quijote o que “el autor de El Lazarillo fue un tal Anónimo que había escrito muchos libros y que estaba una tarde aburridillo porque no tenía cobertura su móvil y se cuajó un novelón picaresco que para qué las prisas…”. Eso en mi asignatura, pero y si en Latín alguna alumna la coge con el nominativo, el acusativo… y empieza a llamar a los casos nominativa, acusativa, genitiva, dativa y ablativa… ¡eso si no le pone su h hasta la bola!: hablativa… ¿Quién es el guapo que la apea de la burra si argumenta que otro tanto hizo la iletrada de la vicepresidenta y que si ella va a ser menos? ¿O por qué no decir que las provincias andaluzas son nueve y se anexiona el ignaro discente a Murcia, por poner un poner? ¿O dice que él no estudia a Ortega porque es un gilipollas con dos apellidos que se creía muy listo y en realidad eran dos, el Ortega y el Gasset? Y acude al mismo argumento de autoridad que la niña de las nominativas…

Doña Carmen, lo siento: no sé qué es lo correcto, no sé qué debo hacer, cuando usted hace de la Gramática un cajón de sastre, caprichoso, arbitrario, relativo a nada. Si usted por decreto visceral, vaginal o como se llame es capaz de cambiar el género marcado… ¿por qué no la Sintaxis en su conjunto o la Ortografía o…? ¿Qué se lo impide? ¿Qué le parecería si a los de su pueblo, los egabrenses, los llamaran, quien fuera, por el mismo razonamiento que traemos…, cabrones? A mí me da igual, pues siempre es tiempo de cambiar…

Muy señora mía, usted no tiene ni puta idea de lo que está haciendo, es una ignorante y un troncho en el camino que, como no tiene nada mejor que hacer, se dedica a hacer lo propio del tonto… ¡y de la tonta!: tonterías, señora vicepresidenta… (¿por qué no llamarla vicepresidento?). Lo escribió Gidé y lo repitió otro francés por boca de su principito: “Todas las personas mayores han sido niños antes. (Pero pocas lo recuerdan) […] Las personas mayores nunca comprenden nada por sí solas y es agotador para los niños tener que darles siempre y siempre explicaciones”. Señoro Vicepresidento usted no es tonta por mayor, sino porque le pone mucho empeño, desparpajo y desprecio desvergonzado a su cátedra de tontería. ¿A usted no le da vergüenza? ¿Me quiere decir qué hago yo un 18 de julio preparando clases para el curso que viene cuando usted hace y dice que se haga y se diga como le brote?...

Tucho Castelo.

1 comentario:

  1. Verbigracia de paniaguado... GARCÍA MONTERO, poeta, profesor en una Facultad donde aún, hace años me decía un colega suyo: "¡Imagínate el nivel! Fulano tiene un cuadro del Che en el despacho"... ¡García Montero! Qué poderoso caballero sigue siendo don Dinero: DIRECTOR DEL CERVANTES...ttps://www.abc.es/cultura/abci-garcia-montero-sobre-encargo-gobierno-lenguaje-cosa-viva-y-no-puede-establecer-nada-decreto-201807211245_noticia.html Precisamente porque ninguna realidad puede ser regulada por DECRETO, feo está que este GOBIERNO, por el DECRETO DE SUS SANTOS COJONES, nos ponga a decir gilipollas y gilipollos, lilas y lilos... ¡¡Qué vergüenza, Montero!!, y que tengamos que enseñarlo, por DECRETO, en las aulas... Sigo oyendo a Paco Ibáñez cantar a Quevedo: "Poderoso caballero, es don don don, es don Dinero".

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