CARTAS MONCLOVITAS
En la historia de la
Literatura española se estudiaban las Cartas marruecas de Cadalso,
alguno, incluso, curioso, como servidor, las leyó. Por relación con estas y
como antecedente también se estudiaban de forma tangencial las Cartas persas,
del señor de la Montaña, como Quevedo llamaba a Montesquieu. A al paso que
vamos a no mucho tardar, y de seguir esto como va, los alumnos podrían trabajar
y leer, suponiendo que se volviese a estudiar Literatura, cosa que ya no se
hace en el bachillerato, las Cartas monclovitas de Pedro S.
Pérez-Castejón.
Cierto es que de
estudiar las cartas de este el trabajo no sería arduo por la simplicidad de su
contenido y la vulgaridad de su estilo. Sería un tema tan fácil como prosaico.
La síntesis de las hasta ahora publicadas es simple:
1.
Begoña es “honesta y seria”, tal que su Gobierno.
2. Los
malísimos son “los otros”, que dijo Sartre, llamados “ultraderecha”.
3. El
fin de los ataques a Begoña es derribarlo a él: quebrarlo humana y políticamente.
El resto, salseo,
como sinónimo de fango, también llamado lodo, barro, légamo, limo, cieno.
¿La finalidad de las
cartas? Producir pena penita pena de ese matrimonio tan corrientito como es el
suyo que lo deben estar pasando de pena penita pena por el daño que con sus
mentiras están causando los malos, los otros, los ultraderechistas… Si ellos,
los suyos, los de Sánchez denuncian y hostigan es “deber ético ciudadano”, si
las “leyes llegan cuando llegan y no antes de llegar en su momento”, que vino a
decir el despeluznado de Bolaños, mas no así los momentos judiciales de los
jueces que debieran llegar cuando diga su señorito (¿a quién obedece la
fiscalía? ¡Pues eso!).
En realidad espero que
no haya muchas cartas para evitar estudios innecesarios a los bachilleres.
"Aléjense de la gente que se hace la víctima en las situaciones que ellos mismos crearon", el problema es que lo tenemos en lo alto y mandando.
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