Mi condición de
sempiterno estudiante y de asesor de estudiantes durante décadas hasta hoy, me
enseñó de los ciclistas que, tras una larga y ardua etapa, cual puede ser un trimestre
académico, es inexcusable, cuando se ve la meta, levantarse del sillín, apretar
los dientes, poner los pulmones a pleno rendimiento e ir a por todas. Así
estoy.
No he divulgado las dos
últimas entradas en el blog porque algunos me dicen que “has puesto la directa”,
“Sí que te cunde” y es que uno lleva "vida de escritor". Lo advertí y no lo
oculté. Esto no es un pasatiempo, un entretenimiento, un hobby para los
ratos de ocio: no, esto es una profesión, que no da de comer a la inmensa
mayoría, a otros no nos da ni para merendar, pero que ocupa delante del ordenador y de los libros que uno lee… los
días y las noches. Trabajo arduo, duro, solitario, enconado…
La entrada de hoy es una primicia. Esta obra no se publicó nunca. Entre la documentación de Alcalá Venceslada hallamos 87 cuartillas[1] deficientemente mecanografiadas (tiene muchas erratas e incluso faltas ortográficas) que llevan por título Estudio literario sobre la Andalucía de Valera. Estas páginas están sin nombre de autor; en la portada y anteportada se puede leer un lema: “Alma Mater”. La obra fue escrita con una finalidad concreta: un premio convocado en Cabra (Córdoba), ciudad natal del laureado novelista don Juan Valera. El premio en el año 35, que fue cuando Alcalá presentó su original, lo ganó el cacereño Pedro Romero Mendoza, con su obra Don Juan Valera[2], siendo los miembros del jurado Concha Espina, José Francés[3], R. Cansinos Assens.
El Estudio realizado por Alcalá lo compone una ficción
organizada en torno a once cartas que este simuladamente escribe a diez amigos
(repite a don Antonio Peña). En cada carta el autor lo que hace es tratar un
aspecto que ha elegido sobre Andalucía y cómo ese aspecto o realidad andaluza
se muestra en la obra de Valera. Entiendo que Alcalá leyó las obras completas
de este y fue tomando notas de esas distintas realidades; copia algún párrafo
significativo sobre el mismo y hace algunos comentarios que establecen puentes
entre lo que Alcalá entiende de la materia, siempre partiendo de los textos
valerianos y los caminos e ideas que apunta Juan Valera. Los temas elegidos
son: “Varias
cosas acerca de la ‘Andalucía de Valera’", “Andalucía y Grecia”,
“Tradiciones andaluzas”, “El campo andaluz”, “La casa de Andalucía”, “Las
tertulias”, “Locuciones andaluzas”, “Características andaluzas”, “Más
características andaluzas”, “Tipos andaluces”, “El gracejo andaluz”.
Sin la venia del Jurado por razones
obvias, me voy a permitir yo emitir mi juicio sobre lo que he leído en esta
obrita de Alcalá. Diré de entrada que no es una gran obra. Me da la impresión,
por el mecanografiado, etc. que se hizo precipitadamente y empujado por la
fecha de terminación de entrega de originales en el concurso. Ciertamente son
innegables los aciertos, las perspectivas personales que Alcalá aporta al hilo
de la obra valeriana, pero considero que, conociéndolo, pudo haber aportado
mayor perspicacia y agudeza a sus comentarios que, en ocasiones, pecan de ramplones
y tópicos. Se apoya en autoridades, pocas, más allá de Valera, como Menéndez
Pelayo.
El Estudio sirve, sin embargo, para saber qué piensa Alcalá sobre temas diversos, como los tratados en cada carta y no pocos que salen al paso y que pueden ser de interés, entiendo, al estudioso de su obra. De modo sucinto, y en forma de enunciado casi, espigo algunos de los más sobresalientes a mi juicio, que dejo para el libro que se editará, Dios queriendo, y solo resalto una. Escribe Alcalá:
Hallo también una satisfacción espiritual
a íntima en escribir, ya que provecho material es poco o nulo el que en estos
trabajos se consigue.
Añado. Algunos de los
destinatarios de las cartas son personajes conocidos y relevantes en la
provincia de Jaén en aquellos años: de ellos se ha hablado a lo largo de la
biografía de Alcalá Venceslada, pero otros he tenido que indagar quiénes eran:
curiosas vidas y labores muy relevantes las de algunos de ellos.
[1] Como en muchas
otras ocasiones, Alcalá aprovecha papel usado o desechado. En este caso las
cuartillas, escritas a una cara, tienen el membrete de “EL PUEBLO CATÓLICO.
DIARIO FUNDADO EN 1893. DIRECCIÓN. JAÉN”, extinguido en este mismo año 1935.
[2] Ediciones
Españolas. Madrid, 1940. Quien desee acceder a la obra lo puede hacer en este
enlace:
https://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/don-juan-valera---estudio-biogrficocrtico-con-notas-0/html/fff7e922-82b1-11df-acc7-002185ce6064_16.html#I_1_
[3] Interesante esta
persona, a quien no conocía.
bravooooo
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