4 de octubre de 2020

475- LOS MANDAMIENTOS DE LA GRANJA ORWELIANA. ENSAYO (II de IV)

  

                                    El tirano manda según su voluntad e interés propio (…) como uno contra todos, y los todos a los que oprime son todos iguales, es decir, carecen de poder.

                                                           Hannah Arendt

 

Nada más escribir los mandamientos, los cerdos ordeñaron a las vacas. Se produjo gran cantidad de leche. Las gallinas dijeron que Jones la mezclaba con su comida.

— ¡No os preocupéis por la leche, camaradas! —expuso Napoleón situándose delante de los cubos—. Eso ya se arreglará. […]

Los animales se fueron en tropel hacia el campo de heno para empezar la cosecha y, cuando volvieron, al anochecer, notaron que la leche había desaparecido.

Un poquito más adelante escribe Orwell lo que el lector ya supuso: “El misterio del destino de la leche se aclaró pronto: se mezclaba todos los días en la comida de los cerdos”. Mal comenzaba el reparto equitativo donde “Todos los animales son iguales”, se suponía.

Dada la dificultad de aprender a leer que tenían los animales en general (“los más estúpidos como las ovejas, las gallinas y los patos eran incapaces de aprender de memoria los siete mandamientos”) hacía complicado el aprendizaje de los mandamientos, por lo que “Después de mucho meditar, Snowball declaró que los siete mandamientos podían reducirse a una sola máxima expresada así: «¡Cuatro patas sí, dos pies no!»”; resumen para el pelotón de los torpes, esa pléyade de torpes que seguirán a los cerdos.

Napoleón, el macho alfa, Stalin… pasa a llamarse el líder… y “era más apropiado para la dignidad del Líder […] que viviera en una casa en vez de en una simple pocilga”. [Fue así como el cerdito rayón dejó de vivir en el Puente de Vallecas y se marchó al casoplón de Galapagar y todos los animales de su granja lo comprendieron y lo admitieron]. Los cerdos que nunca tuvieron gran cosa, al ascender a la oligarquía, llamada casta en neolengua: “no solamente comían en la cocina y usaban la sala como lugar de recreo, sino que también dormían en las camas”. Boxer el caballo leal, excelente trabajador, que representa al proletariado servil, partidario del líder y del partido y del Sistema no le da importancia; sin embargo Clover, la “yegua robusta, entrada en años y de aspecto maternal que no había logrado recuperar la silueta después de su cuarto potrillo”, y que representa a las mujeres obreras rusas, creyó recordar una de sus mandamientos que decía que “Ningún animal dormirá en una cama”, la pobre, inculta, postergada, oprimida por el sistema, no pudo leer el cuarto mandamiento donde se hacía esa afirmación. Dada su incapacidad llamó a Muriel, la cabra blanca, para que le leyera ese mandamiento que ella era incapaz de descifrar. Muriel leyó:

«Ningún animal dormirá en una cama con sábanas».

Lo curioso era que Clover no recordaba que el Cuarto Mandamiento mencionara las sábanas; pero como figuraba en la pared, debía de haber sido así. 

La ignorancia, el conformismo, la ilusión por la revolución y por alcanzar el paraíso para todos, la ciega identificación con el líder, el silencio, la pusilanimidad… van haciendo que los mandamientos se deformen en favor del líder y sus cabecillas. Y, por supuesto, sus agentes de agitprop, la Komintern, sus esbirros de agitación y propaganda, sus medios de comunicación están para tergiversar, mentir, confundir, crear la neolengua de la que ya habló el propio Orwell en su 1984 o su  nuevopensar… La historia, la “memoria histórica”, “la memoria democrática” nos dará una nueva “narrativa” de lo sucedido, pero que será, ¡cómo no!, más amable para el líder…

 

Y Squealer, que pasaba en aquel momento por allí, acompañado por dos o tres perros, pudo aclarar el asunto y dejarlo en su lugar.

—Vosotros habéis oído, camaradas —dijo—, que nosotros los cerdos dormimos ahora en las camas de la casa. ¿Y por qué no? No supondríais, seguramente, que hubo alguna vez una disposición contra las camas. Una cama quiere decir simplemente un lugar para dormir. Por ejemplo: una pila de paja en un establo es una cama. La resolución fue contra las sábanas, que son un invento de los seres humanos. Hemos quitado las sábanas de las camas de la casa y dormimos entre mantas. ¡Y en verdad que son camas muy cómodas! Pero no son más de lo que necesitamos, puedo afirmaros, camaradas, considerando todo el trabajo cerebral que tenemos hoy en día. No querréis privarnos de nuestro reposo, ¿verdad, camaradas? No nos querréis tan cansados como para no cumplir con nuestros deberes. Sin duda, ninguno de vosotros deseará que vuelva Jones. 


¡Todo para el carismático líder!

No hay comentarios:

Publicar un comentario