9 de julio de 2024

500 – Cortines Murube, Felipe: LA COLLERA DE AVUTARDAS

 



Recién termino la lectura de la obra. Gozo de la belleza del librito como objeto que compré de segunda mano. Excelente gusto el de quien fuera su dueño. Lo adquirí al hilo del trabajo realizado sobre Alcalá Venceslada. No soy bibliófilo, aunque tenga muchos más libros que la media de las casas españolas (270 libros en estas). Algún día escribiré sobre quienes compramos de forma compulsiva, de quienes leemos de igual modo…; mas me gustan los libros hermosos porque la belleza, así, en general, resulta atractiva.

El autor de esta obra fue amigo de Alcalá Venceslada, tuvieron un trato muy continuo en las dos primeras décadas en la Sevilla del siglo XX. Es curioso que ninguno de los dos conservó cartas ordinarias del otro; Alcalá sí tiene algunos manuscritos del sevillano y con él fundó una revista de corta vida, Apuntes, de la que ya quizá di noticias en una entrada de este blog.

Disfrute entusiasta con la lectura de estas novelitas, en diminutivo por serlo cortas, que no por su calidad. En la primera de ellas y la cuarta, la descripción demorada del campo, en general, de todos cuantos lo pasean, lo habitan, seres humanos, bestias, plantas… y las costumbres de unos y otros me resultan deliciosas. Pensé al comienzo de la lectura primera que me enfrentaba a un cuadro costumbrista literario que iba con retraso y con respecto al XIX.  Me equivoqué.

Sin duda, Felipe Cortines, sabe de qué escribe. Confiesa que ha participado realmente de cuanto luego su imaginación recrea. Quienes hayan leído su poesía se hallarán de nuevo con los campos de Andalucía la baja por donde pasea, más que corre, un Guadalquivir que fecunda y vivifica aquellas hermosas tierras.

Componen la obra cuatro novelitas cortas. La collera de avutardas, que da título al libro; El alba sangrienta, Drama de estirpe y Como la oliva. El fondo común que une los cuatro relatos es un romanticismo reconocible y renovado. Muy singular es sin duda la estructura de las obras, que admiten no solo la inclusión del narrador-personaje: él cuenta la historia que escuchó en labios de otro (¡no es novedad!) y además se permite citas de autores clásicos (tampoco son novedad) y, además, permítase, se van incluyendo poemas, supongo que del autor o recopilados por este… que van marcando distintos trancos en las obras. Para mí, valiosísimo el estilo de Felipe Cortines Murube: un vocabulario inabarcable: palabras referidas a las faenas del campo, a plantas, oficios y nombres que designan realidades y espacios rurales o estancias de las casas de campo…; insinuante por párrafos como prosa lírica por momentos en su prosa… Permítame que insista en el vocabulario de una riqueza y eufonía admirables: No es que sean palabras que se hallen en mi vocabulario latente, no: algunas de ellas nunca las oí ni las leí. Busco en el Vocabulario de Alcalá Venceslada y disfruto como aquel que, hallando un tesoro, a buen recaudo ya, va desentrañando la naturaleza de las monedas, las joyas… poseídas gracias a la buena fortuna de su hallazgo, mas ¿qué hacer con ellas? Lucillo, enciso, huélligas, maginanza, jorguina…



El lector que se atreva con esta obra se encontrará con amores fatales, falsos fantasmas, corazones inmensos junto a la miseria humana más desdeñable, vidas arruinadas por un error puntual y una mala elección, gitanos (¡ah, me acordé de Alcalá!: egipcianos, hindúes, vocabulario caló…).

Sin duda, se lee con agrado la obra y en mi caso con un afecto diferido por razones personales y familiares.

2 comentarios:

  1. ANTONIA ALARCON PAYER9 de julio de 2024, 21:20

    Como puede tener Jaén un escritor,de semejante erudición,cercano, amable y que sus escritos no sean un orgullo para la ppppppppppppppppprovincia.
    Antonio ,

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  2. Gracias por tu comentario. Te voy a tener que nombrar presidenta, tesorera, secretaria..., o algo así, de mi club de fans... De corazón, gracias, por leerme. El amor, y el amor de amistad amor es, decía santo Tomás ciega... Muchas gracias.

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