26 de junio de 2024

MENOS DE 300: Quid pro quo

 



Nuestra Señora del Rosario, siete de octubre en el calendario católico, 2023, y Hamás se infiltra en Israel con la intención de hacer el mayor daño posible. Ataca unos kibutz y mata alrededor de 1500 personas disculpen, uno a uno, mi imprecisión, pero no logro acuerdo en lo que miro en la red y secuestran a unas 200. Asesinan indiscriminadamente: mujeres, niños, hombres…, de toda edad; violan, decapitan, arrastran… ¿Y todo ello así…, porque sí? No me lo creo. Tras ese acto hay mucho odio y, seguro, una finalidad: quid pro quo. ¿Qué buscaban? No es que yo sea adivino, no: lo ha escrito Yahya Sinwar, el máximo jefe de Hamas. La organización terrorista y él, como jefe de la misma, necesitan cebar, acrecentar, incitar al odio contra Israel, recibir sus ataques, que masacre a cuantos palestinos sea posible para buscar en ese sacrificio humano la reacción internacional contra Israel.

Sin duda el mayor daño hecho a este, que me perdonen de nuevo los asesinados, han sido los secuestro, que ha dividido al gobierno de Israel, a la población y está causando un sufrimiento mayor que la muerte. Cuando el asesinado es enterrado todo se termina, todo acaba, poco a poco se vive el duelo, el tiempo ayuda a cerrar la herida que dejará una inolvidable cicatriz. El secuestrado comporta la presencia continua en la propia vida del ser amado raptado: es la herida abierta de continuo, la segura incertidumbre de su sufrimiento y su fatalidad, mil preguntas abiertas sin respuestas.

¿Quién promueve las protestas contra Israel por el mundo, quién las paga, las anima…? ¿También son orquestadas por casualidad, sin sentido…, como el ataque? Hamás tiene la respuesta israelí. Israel no puede permanecer inoperante, callado. No le conviene, pero debe responder.

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