13 de agosto de 2018

322-CHARLIE-SALIDA: ESAS ENTRADAS MÍAS QUE SON UNOS ROLLOS




Querido charlie:

Nuestro común amigo Daniel dice que es normal que en mi blog sean más leídas, casi doble a uno, las entradas que no son comentarios de libros que aquellas que lo son: “Esas de los rollos que escribes, que te gustan a ti… y a gente como tú”. De momento lo cierto es que tiene razón: se reciben más visitas, y no tienen que ver con la calidad de los comentarios de los libros ni con los libros en sí que comento: ni del género o la temática que aborden (escribo sobre libros diversos: novela, poesía, teatro, crítica literaria…) De esos rollos que a mí me gustan y a gente como yo. Ahora después vuelvo sobre esto.

Un antiguo alumno, con menos dinero que quien se está bañando, me dice que se le ha ocurrido un medio para difundir su incipiente obra literaria y hacerla rendir unos euros. Más o menos la idea era así: él imprime sus cuentos; explica su situación que escribe en un cartel, pone su mesita, se sienta… ¡y a esperar a los compradores! “Vayan pasando y los duritos depositando”, que decía el Cigarrilla. Es posible que algunos de ustedes, que no sepan del mercado literario, piensen que un cuento, un libro, etc. se compra como cualquier mercadería con marchamo manta, pero esto no es así: lo que hallamos en las mantas, en los puestos ambulantes, son artículos que tienen que ver con la música (que nos distrae, que conocemos “de oídas”, que la podemos copiar, que les gusta a nuestro amigo o nuestra prima), artículos “suntuarios de bisutería”: relacionados con nuestro vestuario, que nos entra por el ojo, aunque sea de poca calidad y menos precio; artículos que, en último extremo, podemos regalarle a la prima y o a la hermana chica. ¿Por qué se vende más y mejor el vino que el aceite? Porque el vino alegra el rato, casi cualquier ratico, estimula, dinamiza, mientras el aceite requiere otros ámbitos y no alegra nada: dicen que es bueno para el corazón, que vaya usted a saber después. Mi antiguo alumno no puso la mesa, no imprimió sus cuentos y se ahorró malos ratos sin cuento.

Hace años trabajaba en dos blogs a la vez. Uno, digamos, de combate, ¿te acuerdas charlie?: El poder de los sin poder (título que tomé prestado de un excelente libro de Vaclav Havel) y allí vertía yo mis ácidos, mis enfados, en un auténtico sinvivir unamuniano: contra esto y aquello y también, a veces, alababa y me reconfortaba con noticias de la actualidad que gratifican el corazón. Aquel blog lo cerré: https://tucho-castelo.blogspot.com/ (leo algunas de las entradas de ahí y me da que escribía siempre bajo una tremenda intoxicación bílica, con una leche pésima y más cabreado que un indio sin caballo). Fue entonces cuando me traje a este blog sobre libros y tal y tal esas otras entradas literarias, digamos: “de los rollos que escribes, que te gustan a ti… y a gente como tú”.

Queda claro que los rollos tienen una media de menos de 200 visitas -de quien sea, de lo que sea- y las otras, los artículos sobre temas, llamémosles “diversos”, pueden llegar a las 800 y una media siempre en torno a las trescientas y algo… ¿Por qué? Porque las entradas sobre libros tienen semejante interés al de los libros en España, es decir: de menos a poco y de poco a ninguno, a nada, y por aquí enlazo con mi antiguo alumno… ¡¡Yo soy el que se sienta con la mesita digital en la plaza de la red a regalar mis comentarios y ni siquiera así los quieren!! La idea de mi alumno era descabellada y romántica, la mía ya, a mi edad y visto lo vivido, de loco irrecuperable del frenopático…

Resumiendo, dos modelos de entradas… una muy leídas y otras poco leídas ¿y al final? ¿Se puede saber qué saco en limpio? No saco nada: no soy bloguero de éxito (ni lo pretendo), no es medio para vender libros (lo que no estaría mal)… ¿Entonces? ¿Lo repito por enésima vez? Servir, oiga, servir… Para servir a Dios a usted, que me enseñaron en la escuela en los 60 del siglo pasado, y en eso, aunque muchos lo ignoren, también salgo yo beneficiado. La felicidad, no lo dude, es una puerta que abre hacia fuera: la felicidad es consecuencia de la entrega a los demás… La felicidad no se ofrece en bruto, en sí, sino como consecuencia de aquello que hacemos y nos ayuda a mejorar humanamente, nos hace más humanos… y una de esas realidades capitales es el servicio a los demás -muchos voluntarios ni siquiera lo saben, ignoran el sentido de su servicio: “me siento mejor”, “acallo mi mala conciencia”, “hago algo por lo demás”-… Usted es feliz haciendo felices a sus próximos… y usted, ahora, mientras me lee… es mi próximo y yo quiero hacerle pasar un rato amable, enseñarle, algo…, hablarle de libros porque leer es una actividad enriquecedora y felicitaría, porque deseo vivamente que usted sea muy feliz, y serlo yo. Cierto que a veces, me enfado, y escribo sobre realidades que me atoran, me apresan, me atrapan y solo me queda, como salida, el manoteo literario, escribir -incluso enfadado- por esas realidades. Sé que la queja mata el contento…, pero lo que llaman el Sistema, un sistema que nos oprime, nos explota, es injusto, nos engaña, se oculta y desaparece, no comparece, pero es y está, y hace de este mundo un estercolero ético, no material con ser grave, sino ético, donde millones de personas perecen en el horror… Paro. Lo siento. Contra esto también peleo e intento, permítame, TAMBIÉN sembrar esperanza: no, no prevalecerán estas puertas contra el bien. Somos muchos quienes, no siendo buenos, deseamos serlo, ser mejores y esos, nosotros, los mejores… no nos rendiremos y además tenemos, quienes somos creyentes, la confirmación de un Dios maravilloso que no permitirá que sus hijos fenezcan: tenemos su palabra.

Muy lejos me he ido… No lo esperaba porque no venía para acá. Disculpe… A lo peor esto también forma parte de mis rollos, esos rollos que también pretenden servir…

S.s.s.
Su seguro servidor

Tucho Castelo.



4 comentarios:

  1. deberías pasarte a ser un influencer o you tuber; de gente joven que es lo que se lleva. Estoy seguroque ganarías dinero. Esperoque me des algo por la idea. Abrazos

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    1. Mucho me temo que, estando ya camino del "cajetón" -antes se decía también "la petaca de madera"- es tarde para ganar dinero, cuando nunca fui capaz de hacerlo ni me lo propuse... Lo de influencer y tal me suena a señora que se pone un bikini y tampoco tengo ya tipo para eso... en fin, mi querido profesor, seguiremos en la brecha hasta que el cuerpo aguante: con ilusión y el mismo afán... Un abrazo muy fuerte.

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  2. Antonio, tienes razón. Escribe sobre lo que te apetezca... Y es gratificante leerte .. así que si que sigue asi

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    1. Hace no mucho fue tu cumple, quiero recordar... Muchas gracias por tus palabras. Estos comentarios y otros son los que siempre animan a mantener el esfuerzo con más ilusión y ahínco... Un abrazo fuerte y gracias de nuevo.

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