20 de febrero de 2014

Paso DOS de cinco, Bishop: De donde se sigue en la contestación a un comentario…


Rafael Ballesteros en faena

        Rafael Ballesteros es un impaciente y quiere que acelere el paso de esta contestación, cuando todo debiera ir manteniendo siempre un pie en el suelo, por sus pasos contados… No obstante… Continuamos… 
                Luego, el impaciente, dirá que otros son unos "consentíos"...

               Al comentario a Bishop respondí en el mismo blog (Antonio José Alcalá10 de enero de 2014, 21:47):

Muchas gracias por su comentario. Me gustaría estar de acuerdo con usted, pero no dispongo de tiempo para mantener antipatía contra nadie, ni siquiera mínima -¡aún menos abultada!- y en ningún caso a un escritor. Es un problema de inversión de tiempo e inteligencia. Como recomendación general, puede leer a Alasdair MacIntyre, en particular pienso en ANIMALES, RACIONALES Y DEPENDIENTES... esto quizá le oriente por el sentido de PERSONA y COHERENCIA DE VITAL... Otro saludo para usted.

               Como de bien nacidos es ser agradecidos… Eso hice. Agradecer con sinceridad. Y aclarar lo que me parece de antigua y clásica sabiduría: no quedarse atrapado en la antipatía, el rencor, contra alguien porque eso esclaviza y envilece. Procuro estar a favor de… más que en contra de… Me agrada más lo positivo que lo negativo y enfermizo… Por tanto: no ha lugar.
               ¿Por qué volví a dar bibliografía, como al anónimo curioso del ojo morado de Gabo? Pienso que un buen libro puede enseñar mucho. Pienso que el diálogo con una obra, “escuchar con los ojos”, que escribió Quevedo, ayuda a un ritmo adecuado al pensamiento. Y me ahorraba un tiempo del que no disponía  y explicaciones.
               Bishop, es obvio, no leyó el libro que le recomendé, y me volvió a contestar y comentar:
Muy agradecido. Pero el análisis de la virtud y el comportamiento personal de un determinado individuo no tienen nada que ver con su obra artística, y menos todavía con la crítica literaria: si uno critica la música de Wagner, no puede hacrlo desde la consideración de que era un sinvergüenza y un antisemita, si uno critica la obra de Cela no puede hacerse teniendo en cuenta que era un zafio y un delator, etc. etc. Eso, insisto, sería caer en el argumento "ad hominem", una gran falacia mal que nos pese.
               No lo encaminé yo hacia After Virtue ni siquiera del todo a los estudios éticos de MacIntyre, sino a un libro posterior, más depurado… Sobre la marcha –la prisa, me pierde, confieso- le dije ese libro por lo que él me comentaba sobre la falta de relación que existe entre el creador y la obra. Y aquí se me encendió el asombro, se provocó la studiositas y la memoria me gastó una excelente pasada a partir de lo que se me contestaba. No me queda más remedio: debo agradecer de nuevo encarecidamente el comentario, pues me pone en la pista de algo que realmente me interesa y que hacía tiempo que no meditaba con calma, pues la teoría literaria y las disciplinas próximas hace años que no las trabajo ni reflexiono sobre ellas, ni leo sobre esto… ¡hay tanto que me interesa y dispongo de tan poquito tiempo!
               Comparto con Bishop que no es competencia del comentario literario ni de su autor el juzgar la ética de un escritor, ¿pero puedo, o debo, olvidar al autor en su circunstancia, digamos, en términos orteguianos? La interrogación es retórica por la evidencia de la respuesta.
               En innumerables ocasiones he recordado -y vivo está el autor del lance- que un joven alumno de COU me escribió al hilo de un comentario de un texto de Lorca, como inicio, lo siguiente, creo que textual: “Este rojo maricón fue fusilado…”; penoso modo de expresión y del todo punto impertinente. No obstante y al hilo: ¿Se podría entender la obra de Lorca en su conjunto sin contar con su condición homosexual? mas, ¿qué alcance tiene en su obra su pensamiento político y su condición de homosexual? ¿O en la de Aleixandre o Cernuda o Whitman? ¿Acaso podríamos desdeñar la formación como pintores de Juan Ramón, Alberti o Buero… en tanto que escritores? ¿Es tangencial en la obra unamuniana su condición de pensador y catedrático de griego, padre de nueve hijos? ¿Sería Cervantes el autor de El Quijote de no haber estado preso en Argel? ¿La obra de García Márquez sería la que es de no haber nacido en el Caribe, de no haber vivido con su abuelo? ¿Qué habría sido de ese llamado realismo mágico 
Rafael B... ¡sigue la faena!


               Continuará…

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