Repite
MM en sus artículos los viejos tópicos de una izquierda atascada en las lecturas
reiterativas, manidas, anquilosadas… de sus propios santones. Muñoz Molina me
recuerda a la Facultad de letras de Graná,
donde enseñan los amigos de MM, decía y me escribía Miguel d’Ors, posiblemente
sea la única facultad de todo Occidente donde había en un despacho una foto del
Che… ¡qué atraso! Ahora tendrán colgado un hermoso retrato de Kim Jong Un. La
limpieza de sangre, por ejemplo, no nace con la Contrarreforma y así, el señor
académico, Muñoz Molina, bien podría leer a mi paisano el doctor Coronas Tejada
que de ello sabe un pico largo y ha dedicado a ello más de media vida; lea MM a
Henry Kamen… Qué vulgaridad de la izquierda la generalización sobre la culpa a
los curas y los frailes y a la Iglesia… “Madre, coco”, “La serpiente me engañó
y comí”. Que rebusque Muñoz Molina el origen del individualismo que se expande
en el siglo XI y que tanto daño hace en la era que se avecinaba y a la Iglesia
a la que él tanto critica…, aun cuando en la propia Iglesia se criticara con
firmeza, con más firmeza y conocimiento, eso que entonces sucedía y que, al no
evitarse, trajo barrizales de aquellos lodos. ¡Qué hastío recibir clases de
ética, de moral, de qué… de quienes siguen echándole la culpa a la Serpiente,
al Coco, a Felipe II, a la Inquisición, a los curas…! Es hora de despertar, señor Muñoz Molina. Se publicitan tópicos
inexactos, se da pábulo a medias verdades, se airea lo que otros nos contaron
en nuestra juventud y aún hoy lo repetimos… La culpa es de los otros… Sí, lo
escribió Sartre… el infierno siempre son los otros.
Él, tanta preocupación como muestra por
nuestro despertar, tan vívido su pensamiento, tan fresco, tan descansado. Un
antiguo alumno mío quiso visitarlo y charlar con él un momento en Nueva York.
Lo fue a buscar al Cervantes de la Gran Urbe yanqui, mas fue imposible. No estaba,
es decir, estaba, pero no para cualquiera. Mi alumno, un hombre hecho y
derecho, allí en Nueva York, cerca de quien pensó un colega cordial, abierto,
campechano, amigo del pueblo… lo recibiría a él con sumo gusto, con agrado…
Estaba quien durante años y años se envolvió en la bandera de la izquierda para
SER como medio identitario de quien se envuelve en la bandera para
identificarse, para ser identificado, para ser identificable. Era el paisano,
Muñoz Molina, el muchacho de Úbeda, el funcionario que fue del Ayuntamiento, ¿o
no es ese? Nosotros, los de entonces… ¿Nos
cambió la actitud el tener, mas el ser es lábil, la carne flaca…?
Sí, estoy de acuerdo con el pensamiento
general que el actual Muñoz Molina vuelca en los escritos que me envían. Ha
echado agua a su actitud de no hace tanto y movida por la ignorancia, según él
mismo, inoculada por otros. Ahora… desde que dio el salto, legítimo
absolutamente, los Estados Unidos no son tan ¿repelentes?… Ahora él vive, no sé
si en este momento aún, del erario público en el Instituto Cervantes de Nueva
York… ¡no está mal, compañero! Seguro que está allí por méritos propios
acreditados en ignoro dónde y cómo, pero seguro que de sobra los tiene o, al
menos, tantos como pudiera tenerlos otro quídam allí puesto por la misma causa,
desde la misma palanca del poder: “Madre, coco”. Pero Cuba aún existe y en ella
periodistas que ni siquiera pueden respirar al aire libre… ¡Hay que escribirlo
todo! Uno tiene que decirle a los amigos, se llamen Salman o como sea, que no
se puede meter el dedo impunemente en el ojo del otro en nombre de la libertad de
expresión propia y no esperar reacción alguna del recién entortado. La libertad
de expresión no da cabida a la ofensa gratuita. ¡Y vive Dios que no justifico
al violento!
Cierto: la libertad, lo he escrito
alguna vez, como la brenca y su familia, es bicho delicado… La libertad sin
verdad no llega nunca a nada. La realidad hay que tomarla enterita, como es…
Imposible trabajar desde el idealismo, sea cartesiano, o hegeliano… o
neoyorquino. La realidad es tozuda, terca como mula, dura como brocal de pozo y
quien no la quiera ver así seguirá haciendo malabarismos entre la libertad,
Marx, Fidel Castro, una rica cuenta corriente, la verdad, las medias verdades,
la mentira y la vacua grandilocuencia de la sombra que dan los grandes
rascacielos de ninguna parte a quienes se arriman al sol que más calienta. En
el fondo, incluso, con temor me escribo: ¿Y qué les importará la verdad a
tantos que recitan a Góngora? ¡Ande yo
caliente…!
Un
viejo militante del PCE, un tipo listo y cínico como él solo, que no perdió
nunca la oportunidad de aprovecharse para su propio coleto de todo aquello que
pudo, me dijo una vez, hace muchos años: No
te dejes corregir por cualquiera.
Pues eso, que por todo ello, escrito
sin acritud y con perdón: muchas gracias por no enviarme más artículos de Muñoz
Molina dando clases de ética.
"...que descanso volver de los caminos, que no conducen a ninguna parte." que diria Obligado
ResponderEliminarMoverse sin sentido, que te quieran mover sin sentido, sin dirección... eso es divagar, puede que se progrese, pero también se puede regresar. Todo progreso comporta la existencia de metas claras, de medios, de direcciones... En fin. Sin mapa no vamos a ninguna parte y M.M. tiene SU mapa... No me interesa,gracias. Gracias por tus comentarios. Este pobre blog está necesitado de ayuda...
ResponderEliminarTengo yo una instructiva anécdota con MM en NY, el veedor de ventanas que fue mirado y descubierto en su cotidianeidad.
ResponderEliminarEsa anécdota de tu vida con Muñoz Molina es la que en esta entrada se comenta. ¿A lo de TODO POR EL PUEBLO, PERO SIN EL PUEBLO... no se le llamaba despotismo ilustrado? Pues eso... M.M. Que cada caminante siga su camino.
ResponderEliminarNo sé qué tipo de resentimiento os lleva a hablar así de este hombre, pero yo, que no soy de izquierdas, no veo en él nada de lo que decís. Y por eso, entre otras cosas, me gusta, porque es un tipo que piensa por sí mismo.
ResponderEliminarQuerido ANÓNIMO: partes de dos premisas, una explícita y otra tácita y ambas falsas. Que hay resentimiento por mi parte: juzgas mi intención y no lo hay; te equivocas. Segunda, tácita, que yo no soy de izquierdas: otro juicio de intenciones erróneo. Insisto. Cada uno piensa por sí mismo; otra realidad bien distinta es que Muñoz Molina sea PARA MÍ un referente ético. ¡Sinceramente creo que tampoco creo que esto dé para tanto! Pero aquí es muy libre cada uno de escribir lo que pueda...
ResponderEliminarComo por ejemplo que no recuerdo ninguna entreda en el blog de AMM poniendo a caer de un burro a otro colega. Por favor, seamos maduros!
ResponderEliminarComo por ejemplo que no recuerdo ninguna entreda en el blog de AMM poniendo a caer de un burro a otro colega. Por favor, seamos maduros!
ResponderEliminarPublico las dos entradas de montsemm. No comprendo muy bien si es que desea regañarme... No lo sé. Es tan breve, tan lejano todo... No obstante a MM dejé de leerlo hace años, muchos años. Ignoro de su burro y de su blog y de su madurez y de quién es colega (mío no, a ver, ¡qué le hago!). Un saludo.
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