Cuenta
el Génesis, y lo pueden comprobar, que andaba Dios buscando a Adán y tuvo el hombre miedo porque estaba
desnudo, y se ocultó. Dios que ya sabía la causa, quiso, sin embargo, como
Padre que es, escuchar a su criatura. Poco a poco se desarrolla la escena. Dios
le pregunta cómo supo que estaba desnudo, no le pregunta quién le dio de comer
del árbol, pero Adán se dio cuenta de que el mazazo de la responsabilidad
recaía sobre él, y se excusó: había comido porque la mujer, es decir, Eva, le
había ofrecido. Adán pretendía descargar si no toda la responsabilidad sí, al
menos, una poquita en su compañera. Eva, visto el panorama, sintiendo que se
había equivocado, que le caía una responsabilidad que era cierta, decidió
sacudirse también ella una poquita, tal y como hizo Adán, y le contó al Señor
que la Serpiente, en fin, le había contado, le había dicho y que ella… La
Serpiente…
En el fondo Eva y Adán comen
porque desean ser como dioses. Se dejan engañar porque el brillo del poder, los
destellos de las apariencias, del saber, del conocimiento, de… les ciegan. Es
humano. También es muy humano, pero de una humanidad infantil, inmadura,
adolescente, el culpar a otros. La responsabilidad no se corresponde con la
libertad que reclamamos, que exigimos, muy particularmente, para nosotros.
La
actitud de Adán, la de Eva, esa actitud pueril, resello de todo adolescente, lo
encuentro en su artículo sobre la libertad de Muñoz Molina. MM. hasta hace
cuatro días ha sido marxista, posiblemente aún lo sea. Ignoro si en algún
texto, Muñoz Molina ha explicado, con detalle, la evolución de su pensamiento.
Ignoro si tendría que hacerlo o podría hacerlo. El párrafo para mí no tiene
desperdicio: “En mi primera
juventud a mí me enfurecía la falta de libertad de expresión en la España de
Franco o en el Chile de Pinochet, pero extrañamente esa misma libertad no la
veía necesaria en China o en Cuba. Esa doble vara de medir la había aprendido
de la intelectualidad europea, y de sus derivados españoles, que se
caracterizaba por un curioso sentido geográfico de las libertades: en los
países donde ellos vivían las consideraban imprescindibles, y hasta
insuficientes. Pero a medida que aumentaba la distancia geográfica o variaba la
temperatura se iban volviendo progresivamente más comprensivos con los abusos
que para sí mismos nunca habrían aceptado”. Lo que es tanto como para
contestarle: “Usted aprendió lo que quiso, de quien quiso, como quiso… Usted,
con Cervantes, se lo digo…, Tú mismo te
has forjado tu ventura…”. Aún en su artículo sobre la libertad, al que
pertenece el texto citado sigue MM sosteniéndola y no enmendándola. ¿Son
ciegos quienes me envían los artículos o quizá no miraron o también a ellos les
cegaron en su juventud? Porque no hay peor ciego… El hermanastro del Lazarillo,
al ver, a su papá se asustó el pobrete por ver a su padre negro y a su madre le
dijo aquello de “Madre, coco”. Se queja de nuevo Muñoz Molina de la falta de
libertad de Rushdie… y de tal periodista en tal nación y cita: Ecuador,
Argentina… Tiene razón Muñoz Molina, pero no dice toda la verdad: qué fácil le
era al niño asustarse del padre negro, siéndolo él también y no viéndose. Una
vez más MM olvida en ese mismo artículo que la libertad no es divisible y sea
donde fuera allá donde se conculque es una quiebra para todos. Muñoz Molina
vuelve a olvidarse de Cuba: no cita como espacios de opresión ni Cuba ni
Venezuela, tan cercarnos, a los países nombrados… Son resabios del pasado, de
lo aprendido en su primera juventud y que aún alienta en el fondo de su
pensamiento. ¡Qué bueno Fidel, compañero! Ser tendencioso es trenzar con los
propios espartillos la pleita para que dé la cara que nosotros deseamos… Se me
antoja improcedente recibir lecciones sobre la libertad de MM (hoy mientras
escribo se notifica que en marzo de 2012 se detuvieron en Cuba al menos 1.158
opositores cubanos fueron detenidos por motivos políticos).
“Madre, coco”,
dice el niño mestizo. “Hideputa”, pues tal era, le contesta su padre no sin
cierta enorme ironía. La libertad, no lo dice Muñoz Molina –me temo que no se
atreve porque no cree en ella- no puede vivir sin la verdad. Cierto que estoy
de acuerdo en el fondo de lo que escribe en sus artículos que tan fervorosa y
cándidamente me envían y reenvían… La
libertad más frágil y Hora de
despertar. Tendrán que despertar quienes, como él, estuvieron dormidos y
participaron en los nefastos fastos a los que hace referencia en su segundo
artículo… ¡Qué fácil ver la viga en el ojo ajeno! “Madre, coco”. ¿Por qué llama
él al despertar de la ciudadanía? ¿Acaso porque está despierto, porque está en
Nueva York, o porque él es… distinto, el mismo altivo que conocí hace tantos años?
Creo que quien debe despertarse y arrumbar ese pensamiento inútil de corte
marxista es él. Cuando se dio la cara para una formación marxista, como es IU,
¿no habrá que dar la cara para desdecirse donde se dijo Diego? Cierto que la
verdad lo es la diga quien lo diga… y, por tanto, también la puede decir
cualquier Muñoz Molina, mas, ¿qué peso tiene en sus teclas si con una mano
parece defender la libertad y con otra defiende los países y las ideologías que
la sojuzgan? ¿Qué peso tiene en sus teclas su despertar si él vive una madurez
dorada en Nueva York y en el Instituto Cervantes mientras los cubanos siguen encadenados
por su amigo Fidel?
…/…
Te pido, Antonio, que cuando te den el Planeta,el Cervantes, el que sea, esta será la primera libreria donde firmes ejemplares, ME LO PIDO.
ResponderEliminarDe momento me acaban de dar la PAPELETA en una editorial donde tenía mis CUENTOS PARA TI... Al final lo tendremos que editar BAJO la firma CRUZ M&A. Ahora después de este comentario, como me dé tiempo, escanearé la LIQUIDACIÓN de mis obras durante el pasado año y así quede constancia de que FÍGARO sigue vivo... En España, escribir es llorar... ¡Pero nadie obliga ni a escribir ni a llorar!, que conste. Seguiré escribiendo mientras pueda y sin llorar como hasta ahora. Con afecto.
ResponderEliminarTambien la editoriales son una cruz
ResponderEliminarEinnnnn??
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