19 de julio de 2025

10- DECLARADAS- Aroldo Lázaro: "Es importante hacer visible el valor de las Fuerzas Armadas en España"

 


De haber conocido antes este nombre, Aroldo, lo habría incluido en una novela. Busco a este santo y lo encuentro escrito con “h”, que no sin ella.

Mi general, las Fuerzas Armadas de España, a las que pertenecí durante 437 días, sirviendo, decían a España y a mi rey, en Infantería de marina, donde fui condecorado, hoy por hoy tengo la triste impresión de que son una grande y poderosa dependencia más del Estado, llena de funcionarios, que no de guerreros, de acomodados burgueses que se visten de militares de 08:00 a 14:00 y a casita a almorzar y a echar la siesta. ¡Y que la Pájara no nos incomode!

El patriotismo es hijo de la piedad. Esta y aquel han desaparecido: no existen. Las virtudes, de las que apenas sabemos nada la inmensa mayoría, son motivo de mofa y burla: nos reímos. ¿Qué decir del patriotismo? Pues que ha quedado reducido en muchos casos exclusivamente a un patrioterismo de bandera de España en el coche, en la solapa o a una pulserita que quiere decir algo… que ni quienes la llevan lo saben, me temo.

Las virtudes, también las castrenses, usted sí debe de saberlo, se cultivan, se ayudan a acrecentar o se pierden, desaparecen… Cuando no se avanza se retrocede, decía un sabio, san Agustín. ¿Quién se atreve a hablar de honor sin guasearse? ¿Quién de valor y el espíritu de sacrificio por los demás? ¿¡Estamos locos!? Quien se sacrifica por los otros es un tonto, un bobo de baba…, un memo que ignora de qué va esto. “¿Adónde vas Fulanico?”, pregunta. “A mí avío”, responde; y a su vez pregunta, “¿Y tú?”…, y responde por último: “Yo al mío”. ¿Acaso los militares, fuera de la compañía a la que pertenecen, muestran su lealtad, su disciplina, su amor a los mayores y a la patria? ¿La patria?

Están llenos los cuarteles de muchos estudiantes fracasados, incapaces de terminar no ya un bachillerato, sino una secundaria, que no teniendo mejor lugar donde dejarse caer, se apuntan al rancho militar de los garbanzos y a la nominita que les ayuda a salir adelante como ciudadanos dignos, que, seguro, lo son.



La bandera de España, orgullo de tantos españoles de bien -¡se ríen cuando oyen decir “personas de bien” quienes son unos canallas y desecho de cloaca!-, se ha convertido en enseña y símbolo de ideología de derechas…, debiendo de serlo de todos los españoles.

Mi general, no basta con un desfile de las fuerzas armadas una vez al año, o el día de los cuarteles abiertos, o como se llame el paripé… Me temo, insisto, mi general que esta batalla la han perdido ustedes porque la hemos perdido todos… ¡si es que no hemos perdido la guerra!

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